5 bandas que deberías escuchar: Junio’2016

Cabecera Junio 2016

Para que andar con rodeos. Lo traemos, gordo, muy gordo en este mes de junio. Maese Remem0rama nos presenta una propuesta de rock alternativo con serias reminiscencias de los 90, un cojunto polaco que aboga por la experimentación, el jazz y el post-rock, y una tercera propuesta que mezcla cosas tan a priori distintas como black-metal y la música espiritual afroamericana. Por su parte Tharandur nos da a conocer a una banda de crust con tintes folk que acaba de lanzar un tremendo disco, y por último AsbestosDeath que nos lleva directamente a piso okupa reconvertido en un pub de Dublín de principios de siglo XX.

Nothing

nothing

Parece que en muchos círculos se oye aquello de que la nueva juventud vuelve a no creer en nada, que está empachada de promesas incumplidas, y la proyección de estas ideas a la música nos arrastra a los 90 y a las coordenadas nihilistas en la que explotó el grunge. Ahí es donde se arraiga Nothing, en el rock alternativo más melancólico, donde las voces se entierran en capas de fuzz y el shoegaze es un primo hermano. Su frontman Domenic Palermo vuelca en su último trabajo sus dramáticas experiencias con la cárcel, la violencia y la muerte y su emotividad cruza el umbral del amplificador.

En la onda de: El primer disco de Foo Fighters, Basement, Title Fight

¿Qué escuchar?: Su nuevo trabajo Tired of Tomorrow, editado por Relapse Records, que podéis escuchar en Spotify y Bandcamp.

Niechęć

Niechęć

Niechęć es un conjunto proveniente de Polonia provisto de elegante estilo para combinar diferentes géneros como dark-jazz, rock progresivo y post-rock. El piano, los saxofones y las guitarras son los instrumentos clave de su propuesta, capaces de conseguir un equilibrio perfecto entre la ambientación y la melodía, entre la improvisación y el cuidado de los detalles. La frescura que se desprende de sus composiciones es todo un triunfo para la música experimental y de vanguardia.

En la onda de: Un sofisticado club nocturno repleto de humo.

¿Qué escuchar?: Su último trabajo homónimo, disponible en Bandcamp, que el grupo reconoce como el tercero, tras descartar totalmente su no-nato segundo trabajo.

Zeal and Ardor

Zeal And Ardor (Manuel Gagneux) H

El camino hacia la innovación no puede entenderse si no es desde la combinación de elementos a priori alejados. Zeal and Ardor (proyecto bajo el que se esconde Manuel Gagneux) ha entendido que este es su camino y librándose de todo tipo de complejos acomete un cruce de géneros tan puros como son el black-metal y la música de raíces afroamericanas. Ésta fusión no la hacen desde una perspectiva ortodoxa o conservadora, sino desde el más absoluto libertinaje, capaz de intercalar interludios que rescatan sonidos de medio oriente u otros cercanos a producciones hip hop. El punto débil es la coherencia interna pero el camino a seguir ya está marcado.

En la onda de: Algiers haciendo black-metal con un millar de influencias locas.

¿Qué escuchar?: Su primera referencia homónima de 2014 y su último trabajo, Devil Is Fine, donde puedes encontrar temas tan impactantes como Blood In The River. Podéis escucharlos en su Bandcamp.

Morrow

Morrow

Morrow es un proyecto coral, en el que participan varios músicos provenientes del mundillo crust (Archivist, Fall of Efrafa, entre otros.) para firmar Covenant of Teeth, un buen disco de neocrust que gira sobre la lengua y las relaciones entre culturas (de hecho está cantado en varios idiomas), que destaca por contar con un chelo entre su instrumentación y la perfecta combinación de sonidos tribales/folclóricos con las dinámicas habituales del curst.

En la onda de: Ictvs abrazando árboles.

¿Qué escuchar?: Su Covenant of Teeth en Bandcamp.

Lynched

Lynched

El cuarteto irlandés Lynched pertenece a esa subespecie de punkis que hace de la música folk su bandera y la pasea sin reparos por cualquier casa okupa del mundo que les ofrezca un rincón donde tocar. En sus dos discos publicados hasta la fecha encontramos tanto temas propios como interpretaciones conmovedoras y honestas de varios estándares de la tradición irlandesa, desde alegres baladas tabernarias de acordeón a canciones con las que sentarse en el rincón a beber whisky en soledad.

En la onda de: Los Dubliners de hace 50 años, más punkis y algo más serios.

Qué escuchar: su último disco, Cold Old Fire, es tan delicioso como su portada, obra del artista Glyn Smyth. Lo podéis escuchar en Bandcamp.