Explosions in the Sky – The Wilderness (2016)

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No tiene que ser fácil ser Explosions in the Sky. Padres de un género saturado de copias suyas, han sido un poco la cabeza de turco de todas las atrocidades perpetradas por sus hijos, pero siendo justos podemos decir aquello de que “no tienen disco malo” e incluso su anterior Take Care, Take Care, Take Care nos dejaban notas positivas dentro de su inmovilismo estilístico.

Por suerte parece que estos últimos cincos años han valido para que Explosions in the Sky reflexionen sobre su sonido y lo que tienen todavía que aportar a la música, y es que The Wilderness posiblemente sea su disco más cerebral, dejándonos un estudio bastante interesante de lo que todavía pueden ofrecer.

En The Wilderness el sonido clásico de Explosions in the Sky se concentra en temas bastantes más concretos de lo que nos tienen acostumbrados, llegando a los 9 temas dentro de los 46 minutos que dura el disco. Obviamente esto se traduce en menos momentos de ensimismamiento y el abandono de los estallidos en sus crescendos, homogeneizando el estado de ánimo dentro de las canciones, haciendo que en primeras oídas estas puedan resultar un tanto grises dentro de un conjunto un pelín deslavazado. Sin embargo, con el suficiente cuidado uno puede encontrar la esencia de la banda que ellos tan bien resume su propio nombre.

De todas formas el gimmick de The Wilderness se encuentra en los juegos que hacen Explosions in the Sky con las texturas, echando mano de sintetizadores y de un curioso tratamiento del sonido de sus instrumentos. Sirva como ejemplo Disintegration Anxiety (quizás el mejor tema del disco) donde las baterías suenan recortadas acompañadas de unas guitarras prístinas. Ahí es donde parecen haber encontrado Explosions in the Sky una vía de escape fuera de su zona de confort, y sorprende lo audaz de la propuesta por lo poco evidente que resulta.

No creo que nadie se esperase la propuesta que nos traen Explosions in the Sky, independientemente de cuál sea la opinión de cada uno. Se le puede achacar que no llegue tanto al corazón como su fórmula clásica, pero el agotamiento de esta era más que evidente y cualquier paso a nuevos espacios que explorar es refrescante, sobretodo cuando estos son tan inéditos, ya no sólo para la banda, si no para la música alternativa en general.