Vassafor – Obsidian Codex (2012)

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Desde hace un par de años, el término “black metal atmosférico”, que podría significar casi cualquier cosa, se identifica casi inequívocamente con un estilo basado en temas largos de inspiración naturalista y boscosa. Por eso, ante la proliferación de esta corriente y de estas bandas (de las que ya hemos hablado varias veces en esta abominable casa), no está de más recordar que hay  más cosas aparte de interludios acústicos y grabaciones de pájaros bajo la lluvia que caben bajo este amplio paraguas de lo atmosférico. Esto viene a propósito de Vassafor, banda neozelandesa de extenso recorrido pero que ha esperado hasta el año pasado para editar su primer larga (o más bien larguísima) duración con el nombre de Obsidian Codex. Desde ya hay que advertir que Vassafor no tienen absolutamente nada que ver con la banda de black atmosférico de turno: en vez de post-rock encontramos black/death metal salvaje, en vez de ambient encontramos largos e hipnóticos pasajes de doom metal y en vez de evocaciones de montañas y niebla sobre las copas de los árboles, sólo encontramos visiones de abismos e inmensidades de oscuridad insondable y vetusta. Pero de entre todos los palabros que se me ocurren para describir Obsidian Codex, sin duda “atmosférico” es uno que me resulta muy apropiado. Simplemente son otras atmósferas las que ocupan a estos caballeros de las antípodas, no solo geográficas.

Probablemente resulte también apropiado mencionar que este álbum definitivamente no es para todos los públicos. Obsidian Codex es un mastodonte, un ejercicio de exageración en dos discos y casi cien minutos que sin duda espantarán a más de uno en cuanto llegue a sus manos, que se extiende durante prácticamente el doble de tiempo del que uno consideraría adecuado y de buena educación, especialmente en un estilo como el que practican Vassafor, en que los álbumes de más de media hora son los menos. Claro que bandas como los neozelandeses también son las menos. Realmente el black/death metal no es un estilo propenso a la innovación (ni falta que hace) y la mayoría de bandas se adhieren a la receta ganadora de la que son exponentes Sarcófago y Blasphemy: metal primitivo, sucio y feo, pinchos y cruces invertidas. Vassafor parten de esta base pero, al igual que otros como Teitanblood o Antediluvian, deciden llevarla más allá: en este caso la retuercen, la infunden de una fuerte dosis de doom para crear un álbum que se sale fuera de casi cualquier molde existente dentro de los palos que toca.

Lo cierto es que, aunque tenga casi todo en su contra para conseguir que alguien pase del tercer tema, Obsidian Codex es un disco para escuchar en conjunto y para apreciar el itinerario que en él hacen Vassafor por casi todos los territorios del metal más extremo, desde los primeros compases del disco en clave de black metal más o menos estándar, a temas monumentales como Nemesis, que se extiende durante más de veinte minutos y domina la parte central del disco con un tempo fúnebre y arrastradizo. Por otra parte, hay una cierta tendencia de los temas a confluir y confundirse unos con otros, y esto hace que la mezcla (o choque) de géneros sea natural y sin costurones y da coherencia a un álbum que se presenta como un todo mayor que la suma de sus partes. Pese a que en su versión digital encontramos hasta 10 temas, en su versión para LP se entiende mucho mejor que realmente estamos ante cuatro caras de vasta duración y con una estructura compleja que acentúa esta sensación de caos malsano que defiende la banda. Las guitarras y el bajo forman una muralla de riffs y bajas frecuencias sólo interrumpida puntualmente por algún momento de interludio que nos transporta a las Montañas de la Locura, la producción es pantanosa y cavernaria pero permite distinguir cada instrumento con claridad, y la voz se asemeja a un rugido ampliamente reverberado que le da un aire sobrenatural. Esto se completa con una mezcla bastante natural y sin apenas compresión, lo cual hará que podamos subir el volumen hasta niveles que rozan la locura cósmica sin tener que sufrir la condenada distorsión digital que satura el mercado actualmente. Esto honra a Vassafor y les confiere cierto sonido old-school que seguramente muchos echen de menos ante la creciente cantidad de discos sobreproducidos y que suenan artificiales.

Podríamos seguir alabando las muchas virtudes de este leviatán que supone Obsidian Codex pero creemos que lo mejor es que lo comprobéis vosotros. Esperemos que el portal a través del cual Vassafor reciben instrucciones del más allá se mantenga abierto por muchos evos, conspirando para grabar más discos relatando horrores más allá de las estrellas. Por nuestra parte solo queda añadir… BLACK METAL MANDA HIJOS DE PUTA.

Obsidian Codex ha sido editado en doble LP por Parasitic Records. El album se puede adquirir en formato digital en el Bandcamp del grupo.

Nota: 9.5

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