Ya está aquí diciembre. Despedimos otro año más con un nuevo surtido de bandas a echarles el oído de forma obligatoria. Comienza Tharandur proponiendo una joven banda de su región natal a la que le tira la ruidera y un trío norteamericano para sacudir la melena y hacer los cuernos. Por su parte, AsbestosDeath trae al grupo de black-metal del baterista de Torche, listo para violarnos los oídos. Remata Remem0rama con un exquisito grupo de R&B y la nueva sensación en el mundillo del djent.
–
Súper Cadáver
Desde Badajoz vienen Súper Cadáver que acaban de estrenar su primer larga duración: Triple Reverencia, repletito de ruidoso shoegaze y letras que reflejan un peculiar universo propio bien sepultadas bajo capas y más capas de efectos. Seguramente a la mayoría de vosotros se os venga a la cabeza cierta banda patria, y ellos no lo esconden: su Los Blancos/Espíritu Olímpico está grabado junto a Triángulo de Amor Bizarro, aval más que suficiente que complementa hitazos como California, El Día de la Bandera o Justicia.
En la onda de: Triángulo de Amor Bizarro, Disco! Las Palmeras y My Bloody Valentine.
¿Qué escuchar?: Triple Reverencia, que está a precio popular en su Bandcamp.
–
Oozing Wound
Hace no mucho hablamos de bandas thrash para la gente que no le gusta el thrash, y Oozing Wound hubiesen encajado entre las bandas ahí presentadas. Sin salirse demasiado de los cánones del género este trío resulta sorprendentemente fresco, quizás por saber alternar partes lentas con temas más macarras y divertidos, o a lo mejor por ofrecer una dosis justa de experimentación en su parte instrumental, seguramente influidos por unos Lightning Bolt de los que han sido compañeros de gira en múltiples ocasiones. Sea como fuere, una banda a seguir muy de cerca vista la calidad de su último trabajo: Whatever Forever.
En la onda de: Pogo, cerveza y melenas al viento.
¿Qué escuchar?: Whatever Forever es un disco de metal ejemplar y está disponible en Spotify.
–
Caveman Cult
El principal rasgo que sonará familiar a los lectores es que esta banda es que un proyecto paralelo de Rick Smith, batería de Torche. Aquí acaban las familiaridades porque Caveman Cult son todo lo contrario a los Offspring del sludge y su debut en LP es media hora del death metal más minimalista y primario que vamos a escuchar este año. Con riffs más simples que el mecanismo de un garrote y melodías que brillan por su ausencia, lo mejor de Caveman Cult es agarrarse fuerte y disfrutar de Smith, uno de los baterías más infravalorados del metal, destrozando su instrumento en un espectáculo que captura a la perfección el espíritu de las guerras tribales en la época Neanderthal.
En la onda de: Blasphemy, Conqueror, las gafas de sol (not Emperor sunglasses)
¿Qué escuchar?: Su único álbum hasta la fecha, Savage War is Destiny, tan sutil como morir en una avalancha. Podéis escucharlo en Bandcamp.
–
Durand Jones & The Indications
Durand Jones & The Indications no inventan nada nuevo, cierto; pero cuando lo que haces es tan honesto, puro y respetuoso por sus progenitores, la originalidad ya no es un factor prioritario. Más que raíces, lo de Durand Jones son auténticos pilares. Precoz cantante góspel en la iglesia baptista en Lousiana, saxofonista, jazzista, cantante soul y graduado en música clásica, Jones conoció en Indiana a una banda de blues y el resultado de dicha unión es una maravilla sonora que representa, de forma elegantísima, el común denominador de los distintos géneros de la música afroamericana (soul, R&B, funk y blues).
En la onda de: El soul contemporáneo de Charles Bradley o Sharon Jones & The Dap-Kings.
¿Qué escuchar?: Su disco de debut, homónimo, disponible en Spotify.
–
Car Bomb
Si hablamos de djent mucha gente se echará para atrás pensando en un nuevo clon de Meshuggah o en la repetición de tormentosos breakdowns hasta la saciedad. Car Bomb representan una oportunidad para los que rechazan un género tan rocoso y opresivo. Si bien el grupo norteamericano se guía por la seda de la rítmica irregular y pulverizadora, gozan de una personalidad muy potente y entre sus virtudes están su flexibilidad, la frescura de sus ideas y la falta de miedo a cantar con voces limpias y paisajes más melódicos.
En la onda de: Cogemos una base mecánica de Meshuggah, le añadimos algo de Gojira, unos detalles de Vision of Disorder y algo de Deftones para darle ligereza.
¿Qué escuchar?: Su último disco Meta, recientemente publicado, y disponible en Spotify y Bandcamp.