No cabe duda que los chicos de 65daysofstatic son unos culos inquietos. Sus The Fall of Math y One Time For All Time supieron destacar en pleno auge del post-rock gracias a su atrevida mezcla de sonidos math, glitch, IDM y post combinada con temas con subidones de una epicidad casi sin rival. Tras un irregular The Destruction of Small Ideas (su disco menos electrónico y lastrado por una mala producción), el año pasado sorprendieron a propios y extraños con su We Were Exploding Anyway que redujo el sonido de 65daysofstatic a su esencia más electrónica y dejando su vertiente postrockera bajo mínimos.
Silent Running es la última pirueta de 65daysofstatic, una banda sonora para el remake de la peli de ciencia ficción del mismo nombre (en español Naves misteriosas). Para este trabajo se podría esperar un sonido más ambiental por parte de la banda, y de hecho así ocurre en muchos temas, sin embargo se han marcado un disco que funciona perfectamente sin haber visto Silent Running.
Sin casarse con ninguna de sus etapas, el álbum discurre entre temas de pura electrónica, algunos evocadores e ideales para una película de sci-fi (Surgery o Space Theme) y otros que desembocan en momentos álgidos al más puro estilo 65daysofstatic (Finale). También tienen cabida la versión más post-rockera de la banda (la que muchos ya creían perdida tras We Were Exploding), con temas como Burial Scene, Safe Distancing (fantástico final) o Space Montage. Siendo una banda sonora, tampoco podían desaprovechar la ocasión para incluir algún tema tranquilo de piano, como Rantaloupe.
El disco culmina con un EP de 4 temas que sirve como bonus track a esta BSO, que funcionan como complemento perfecto al álbum principal. Shovel Fight o Save the Forest no aportan mucho a todo lo nombrado con anterioridad, pero la ravera Cosmic Wind (heredera del sonido del último disco) y Valley Forge Theme (quizás el tema más extraño del disco, con sus percusiones y sus extraños efectos electrónicos que parecen imitar unas gaitas) son dos temas que podrían haber estado en la parte principal del disco.
No hay que perder de vista que Silent Running no deja de ser una banda sonora, y seguramente esto haya limitado a la banda a la hora de plantear sus composiciones como si fuese un disco independiente, pero supone un trabajo más que notable de una banda que está en plena forma y que ha demostrado adaptarse a todos los cambios que ellos parecen autoimponerse. Ahora sólo falta saber por donde salen con su siguiente trabajo.