El funeral doom no es un estilo que me resulte fácil. Como fan incondicional de los sonidos más lentos y oscuros sería lógico que activase todas las zonas de percepción del placer en mi cerebro, y sin embargo hay algo en la mayoría de las bandas que al final me deja más bien frío, o más bien no hay ese algo que consiga captar mi atención. Por otra parte hay excepciones tales como Works Will Come Undone de Asunder, que a veces hasta recuerda un poco a la versión funeral de Neurosis, o Stream from the Heavens de los finlandeses Thergothon, probablemente uno de los discos más alienígenas y alucinantes que jamás se han grabado. La última adición a esta lista es Embracing the Lightless Depths, la propuesta más reciente de los estadounidenses Aldebaran.
Aldebaran probablemente no sean unos desconocidos para los fans del doom, con una carrera de casi diez años a sus espaldas y un puñado de referencias pasadas, la mayoría en forma de splits y compilaciones, pero también un larga duración titulado Dwellers in Twilight, del 2007. No obstante, parece que ha llovido bastante desde hace cinco años, y quien no haya estado siguiendo la pista al grupo desde entonces encontrará diferencias más que notables entre aquel trabajo y este Embracing the Lightless Depths. Atrás queda la influencia sludge que impregnaba Dwellers y que lo acercaba a grupos como Corrupted o Moss, practicantes de la rama más pesada y bajada de revoluciones, y en su lugar encontramos un acercamiento al funeral doom que si bien no escapa a cierta lógica, también resulta sorprendente si, como el que suscribe, no se está familiarizado con la actividad de Aldebaran en los últimos años. Esto es así porque si bien Embracing the Lightless Depths representa un nuevo estilo con respecto a las primeras referencias de la banda, este cambio llega totalmente anunciado por cosas como un EP de media hora editado el año pasado, que solamente escuché a posteriori y que viene exactamente en la misma línea que este album.
El disco gira en torno a dos temas extremadamente largos, cercanos a la media hora cada uno, que reúnen todos los clichés que cabe esperar de una banda de funeral doom: las notas de guitarra se suceden a un ritmo imposiblemente lento, los extensos desarrollos conjuran una atmósfera de desolación y oscuridad absoluta, y la instrumentación aplasta al oyente con una muralla de frecuencias subsónicas, aporreamiento de parches y voces con un registro generalmente gutural, profundo y raspado. Por encima de esta sólida base instrumental se encuentra una guitarra solista que se atreve a destacar con frecuentes líneas en un tono más limpio y que poseen una mayor cualidad melódica que destaca frente a la monotonía de los riffs de la guitarra rítmica y el bajo. Un bajo que por otra parte no llega a brillar nunca con luz propia pero hace notar su presencia en todo momento aportando pesadez y sustancia a la base rítmica.
El resto del album consiste en tres temas más cortos que siguen un hilo conductor común tanto en los títulos (Occultation of…) como en una instrumentación más bien escasa, consistente en apenas unas notas de guitarra limpia sobre una distorsión de fondo. Estos tres temas aparecen a modo de intro/outro de los dos monolíticos cortes que forman el cuerpo del album, y crean una sensación de unidad en la que ambos se funden en un solo y monumental tema, gracias al interludio Occultation of Ocular Tauri.
Pese al escepticismo inicial con el que recibí el marcado giro de Aldebaran desde un sonido ciertamente personal a otro que no lo es tanto (y que por lo general no suele captar mi atención), mis dudas se han ido desvaneciendo a medida que se sucedían las escuchas de este Embracing the Lightless Depths. Pese al toque único que han dejado aparcado junto a sus anteriores trabajos de sludge mostrenco y torturado, Aldebaran han creado el que quizá sea uno de los mejores albumes de funeral doom de los últimos años, un ritual de necromancia sónica que conjuga la más desesperante oscuridad con algunos momentos de verdadera belleza que resaltan aún más si cabe la profundidad del abismo al que nos asomamos.
Esta es una propuesta difícil de digerir y poco recomendable para aquellos que prefieren escuchar música que emplee una cantidad razonable de tiempo para llegar a algún lugar concreto. Por su parte, los fans acérrimos del doom metal más lento y desolador disfrutarán sentándose a escuchar este disco y a observar mientras la luz se extingue a su alrededor.
Embracing the Lightless Depths está disponible en formato CD Digipak a través de Profound Lore, y próximamente en doble LP a través de Parasitic Records.