Otro año más, vamos a ir rescatando aquellos discos destacables que se quedaron en el tintero antes de que tengamos que cambiar de calendario. Vamos hoy con el que considero el mejor disco de deathcore/metalcore de este 2011.
This Is Where It Ends es el título de lo último de All Shall Perish, un trabajo que podríamos definir básicamente como una mezcla de lo mejor de sus dos anteriores discos. En él encontramos la rabia y rapidez del primero, pero también la técnica y la variedad que descubrimos con Awaking The Dreamers. Como resultado, This Is Where It Ends es un disco muy entretenido, que entra desde el principio por su dinámica directa a la yugular, pero que te enganchará más aún al descubrir su cantidad de detalles.
Como novedad, el grupo incorpora la guitarra de ocho cuerdas, algo que se ha puesto muy de moda dentro dentro de su estilo, pero lo han hecho de una manera muy sutil, sin llegar a abusar en exceso de ella, en la medida justa para apreciar su técnica sin que llegue a resultar agobiante. El resto de instrumentos siguen en la línea de los anteriores trabajos, geniales voz y guitarras, increíble batería.
A lo largo del disco encontramos distintos ritmos y melodías, cada tema bien diferenciado y con su propia personalidad, algo que se suele echar en falta en este tipo de grupos. Divine Illusion nos pone en alerta desde el principio, un tema arrollador con un genial solo de guitarra y una batería dispuesta machacarte el tímpano en los momentos de mayor furia. Con este tema y otros como Embrace The Curse el grupo me recordó enormemente a su primera etapa. En esta línea también encontraremos Loyalty Into Exile, rozando ya el metalcore más melódico y de la que dispondremos al final del disco de una versión cantada en español (para mi gusto mejor que la original) por la voz del grupo, Hernan Hermida (de nacionalidad venezolana). Procession Of Ashes contiene un genial trabajo en las guitarras y junto a temas como The Past Will Haunt Us Both suponen un aire fresco dentro de esta obra ya que ofrecen otras alternativas y sensaciones para un género que tiende a la saturación.
La música en conjunto en este disco me parece sublime, de lo más recomendable de este mundillo. Además, la temática del disco está muy bien enfocada: encontramos unas letras muy expresivas, en unas canciones que suelen tratar sobre el abuso de poder tanto religioso como político. También la portada ayuda a hacer el disco más representativo (aunque no sea muy agraciada). Para finalizar, destacar que este trabajo me mantuvo atrapado desde su primera escucha hace ya medio año y hoy día me sigue transmitiendo lo mismo, dejándome con la sensación de que aún quedan esperanzas para este tipo de sonido.