A finales de Octubre pudimos disfrutar en la bella ciudad de Oporto de la primera edición de Amplifest, que para ser un evento debutante, ha demostrado ser un proyecto ambicioso desde el primer momento, contando con nombres de la importancia de Godflesh, Jesu, Acid Mothers Temple o los españoles Orthodox. Un cartel ecléctico (lo cuál es de agradecer), pero lleno de grupos con varios puntos en común: explorar nuevas fronteras usando como vehículo el rock y/o el metal, generalmente en las vertientes más densas de estos géneros. Tal era la variedad de propuestas que, salvo en contadas ocasiones, apenas hubo lleno en ninguna sala por el trasiego de gente que había entre los dos escenarios debido al solape de conciertos (solape evitable si hubiesen metido un grupo menos por día).
El lugar del festival fue el Hard Club, un edificio histórico de Oporto remodelado para albergar conciertos que demostró, durante los 2 días que duró el festival, ser un lugar perfecto para acoger un evento de tamaño pequeño/medio como el Amplifest. Dos salas para los conciertos (ambas con un sonido excelente), un restaurante en la parte de arriba, y los pasillos que separaban esos 3 espacios aprovechados con puestos de merchandising y vinilos (algunos menos de los prometidos, por ejemplo no hubo puesto de Hydra Head) y la prometida exposición de Seldon Hunt (artista gráfico que ha trabajado con gente como Jesu, Neurosis, Isis o Nadja) que al final sólo consistía en unos cuántos posters de pequeño tamaño clavados en la entrada de la sala más grande.
En dos artículos vamos a desgranar los grupos vistos durante el Amplifest, siendo este el primero donde comentaremos los grupos del primer día.
Por razones no ajenas a nosotros no pudimos ver los 3 primeros grupos del primer día (aviso, no caigáis en la trampa de las macetas de caipirinha a 5€ en la zona de fiesta de Oporto…). Una pena no poder presenciar los conciertos de EAK, Suzuki Junzo y Cuzo (sobretodo el de estos últimos).
Blood Sweat + Vinyl (documental)
por AsbestosDeath
Una de las propuestas más interesantes del festival fue la de apostar por un espacio para el documental Blood, Sweat and Vinyl: DIY in the 21st Century, dedicado a la escena musical independiente norteamericana de la mano de tres de los sellos referencia en los sonidos más densos y experimentales, como son HydraHead Records, Constellation y Neurot Recordings. A través de entrevistas a numerosos grupos y personalidades como Aaron Turner de Isis o el señor Steve Von Till de Neurosis, el documental nos hace un relato de su experiencia como músicos y cabezas pensantes tras estos sellos, su manera de trabajar y hacer música y sus comentarios sobre el estado actual de la escena musical independiente.
Sungrazer
por Txomin
Obvié los últimos minutos de documental para no perderme el comienzo de Sungrazer. Desde la prueba de sonido ya prometían, y lo cierto es que para ser los primeros que nos dignamos a ver, cumplieron con creces. Pudieran ser considerados otra banda de Stoner sin más, pero creo que su fuerte arraigo al Hard Rock de toda la vida y cierto deje grunge que por momentos me recordaba a Pearl Jam que les da personalidad y evita su encasillamiento fácil. A riesgo de ser demasiado clásicos en un festival que tendía a lo excéntrico, el público supo apreciar la perfecta ejecución de sus temas y en todo momento se mostró volcado con la banda. Para ser un aperitivo de lo que venía, soberbio.
Stearica
por tharandur
Stearica son uno de los últimos fichajes de Aloud (Toundra, Nothink, Exxasens, …) y demostraron por qué el sello ha puesto el ojo en ellos. He de reconocer que en disco me sonaban bien, pero sin parecerme nada del otro mundo, en cambio en directo sobrepasaron todas mis expectativas. Su post-rock progresivo sonó con una intensidad increíble y mucho más ruidistas que en estudio. Además en los interludios entre canción y canción (o mientras el guitarra buscaba una sustituta para su guitarra rota) demostraron un gran sentido del humor charlando con el publico. Para mí el mejor concierto del primer día.
Rorcal & Solar Flare
por tharandur
A los suizos ya los vimos en Madrid un par de días antes, por lo que ya no teníamos el factor sorpresa que supone su puesta en escena. Nos perdimos gran parte de la actuación de Solar Flare (drone sin sustancia que roza el timo) pero Rorcal demostraron que, aunque su propuesta se diluye en escenarios grandes, saben mantener su intensidad sin un garaje lleno de humo con la única iluminación de unas velas. Esa perdida de potencia la ganaron en una nitidez de su sonido mucho mayor, lo cuál se notaba especialmente en las partes black metaleras. No pudieron tocar el tema a 4 guitarras y dos bajos con Solar Flare, aunque pudimos disfrutar de Heliogabalus prácticamente entero entero. Creo que sorprendieron (para bien) a más de uno.
Mugstar
por Txomin
Mugstar comenzaron cocinando lento, mostrando su vertiente más krautrockera y plana, loops de bajo infinitos y chispazos casi minimalistas de guitarra encuadrados en ritmo motorik. Conociendo el potencial ácido de los ingleses no terminaba de convencerme lo que estábamos viendo aunque supieron reconducir la nave a tiempo, rumbo al space rock que los caracteriza. El último tema fue ya un chorreo de psicodelia máximo.
Rise And Fall
por AsbestosDeath
Rise & Fall se presentaban como una de las bandas más fuera de lugar en el Amplifest, pues frente a la psicodelia y la densidad que dominaba en el cartel del festival, su propuesta era más cercana al hardcore punk metalizado de Integrity, Trap Them y demás grupos que comparten sello en Deathwish Records. Con una sala algo más vacía de lo que era promedio, los belgas tocaron un repertorio donde dejaron caer varios temas de un nuevo album programado para 2012 y se mostraron como una banda que si bien no destacaría entre los grandes nombres de su estilo, como los arriba mencionados, sí que tienen las suficientes tablas como para dar un concierto aceptable ante un público que quizás no era el más adecuado.
OvO
por tharandur
Quizás la apuesta más bizarra de todo el festival. Estos italianos practican un noise rock inclasificable y experimental con cierta actitud punk e influencias drone. Ante el asombro del público, el inmenso percusionista salió vestido con una máscara de luchador mexicano y de riguroso negro, junto a la guitarrista/vocalista con una extraña máscara de lana, la boca llena de sangre y un traje de estética oriental. De esa guisa desgranaron su Cor Cordium. Temas enfermos, marcados por los gruñidos y extraños registros vocales de su vocalista, las guitarras pesadas enmascaradas bajo mil filtros y unas percusiones simples que rozan lo marcial. Hubo muchas risas con ellos, las cuáles se ahogaron cuándo el grandullón detrás de las percusiones bajó entre el público de las primeras filas a darle las gracias uno a uno en modo solemne. Una puesta en escena muy original para una música bastante pobre, pero que en directo llega a ser bastante divertida.
Jesu
por tharandur
El grupo estrella del día eran Jesu, seguramente el proyecto de Justin Broadrick más conocido después de Godflesh. En el escenario apareció Justin, su Macbook y Diarmuid Dalton (de Cable Regime e Iroha), presentando su Ascension, pero sin olvidarse de temas de Conqueror y de temas tan míticos como Friends Are Evil (de su disco homónimo) o Losing Streak (de Opiate Sun).
Para mí el concierto más esperado del festival (soy un gran fan de la banda), pero que me dejó un regusto ciertamente agridulce. Por una parte, disfrutar en directo de algunos de los temas más emotivos de Jesu es un privilegio, y una oportunidad que no se tiene todos los días, con la voz de Justin sonando igual de bien que en estudio, con sus mil capas de sonido y sus pesadas guitarras. Por otra parte, gran cantidad de estas capas y guitarras (especialmente las partes más complicadas) ya las lleva Justin pregrabadas en su Macbook, lo cuál hace que su propuesta pierda bastante credibilidad. Además el sonido de la voz, aunque nítido, en general sonó bastante bajo, llegando a no oírse cuándo las guitarras se ponían especialmente ruidosas.
En definitiva, un conciertos con bastantes defectos, que por suerte se olvidaban escuchando temas como Losing Streak.
Drumcorps
por tharandur
Le doy el mismo veredicto que en estudio: su mezcla de grindcore y breakcore suena graciosa al principio, pero no tarda en cansar y en hacerse molesta. En directo este DJ no supo hacerme cambiar de parecer: las partes con guitarra son aburridas y sin sustancia, y los momentos más electrónicos suenan sosos y no aportan nada nuevo. Aburrido.
Y con esto terminamos la crónica de primer día del Amplifest. Proximamente la segunda parte.