El lanzamiento de Humbug hace cinco años supuso un cisma aparentemente irreconciliable entre los fans de Arctic Monkeys. Están por un lado los que predican que como su primer álbum no ha habido nada y que el grupo va cuesta abajo disco tras disco y por otro lado, los que con mayor o menor entusiasmo han acogido sus nuevos trabajos con agrado y hablan de una supuesta madurez estilística. Quiero hacer una reflexión al respecto antes de entrar a hablar del nuevo disco: ¿En qué lado de los fans estoy hoy en día?
Tengo claro que no en el primero. Para mí la evolución del grupo es acertadísima, Humbug me gusta hoy en día tanto como el debut y este nuevo álbum me he parecido excelente. La formula de sus dos primeros trabajos ya no iba a dar nada mejor, era insuperable, la mezcla definitiva de garage-indie veloz, animado y rabioso. Humbug aportó medios tiempos, aportó calma y aportó oscuridad, el sonido que identificaba al grupo seguía ahí pero había mutado. Dicho esto, parece que estoy en el segundo grupo, y así es, pero con reticencia a decir que el sonido de la banda ha madurado (debe ser el grupo con el que más veces se ha usado esta palabra en la historia de la música). Me explico. Es obvio que sus miembros habrán madurado pero el 90% de la gente que usa la palabra lo hace para referirse al mencionado bajón de revoluciones. Los músicos maduros no hacen música más lenta per se. Si este AM hubiera sido su primer álbum y su debut fuese el que lanzan ahora, ¿hablaríamos de «retromadurez» o algo así? Yo creo que no. Este cambio ha sido totalmente voluntario y pensado, no obligado por la edad. La madurez no es cuestión de qué tipo de música tocas si no de lo buena que es. Estos chicos ya demostraron madurez en su debut, fue por la calidad del disco y la mantienen hasta hoy.
Entre el britpop y la música negra
Centrémonos en el presente y sin usar la maldita «palabra que empieza con m». ¿Qué pasa con este AM? Es su trabajo más lento, han pisado totalmente el freno y salvo algún tema y momento de explosividad se mantienen continuamente en un ritmo sinuoso muy calmado, las guitarras han quedado relegadas a un segundo plano, la antiguamente frenética batería es ahora suave y contenida y el bajo y la voz tienen todo el peso. Si su sonido primigenio era ideal para salir de fiesta, este álbum es el que te pondrías para volver a casa (no creo que el titulo sea casualidad en este sentido). El álbum suena seductor, nocturno y relajante pero no carente de fuerza. Desde Do I Wanna Know? quedamos atrapados en la cadencia del disco, la voz de Alex Turner es más envolvente que nunca, sexy pero triste y arrogante. Y entonces llega el estribillo, unos maravillosos coros que estarán presentes en todo el disco y cuya inmensa aportación contrasta con su sencillez. Muy muy elegantes, verdaderamente pegadizos, una de las grandes bazas de este disco. R U Mine?, con una batería y ritmo ligeramente más rápido forma parte de esos temas que recuerdan algo al pasado pero combinado con lo más característico de AM: los mencionados coros.
http://www.youtube.com/watch?v=_E-oxwJutbgEn One For the Road vemos otra de las señas del disco, si ya en Suck It and See miraron al pasado, AM ha sido enriquecido con la clara influencia de la tradicionalmente llamada música negra, ya sea en forma de soul o de rhythm and blues,. En el tema el bajo lleva todo el peso de la melodía siendo un buen ejemplo del buen trabajo que ha hecho el grupo mezclando las influencias americanas con el britpop. Arabella es una de las canciones más llamativas y la más rockera del álbum, con más presencia de guitarras, en este caso con un estribillo de corte stoner, que combina bien con el tiempo lento del resto del tema. No. 1 Party Anthem y Mad Sounds son el único punto flaco del disco —a pesar del sonido tan Velvet Underground de la segunda—, dos canciones algo romanticonas y que habrían pegado más en la tónica de Suck It and See. No son malas canciones pero rompen la dinámica del álbum. Un ligero valle de temas algo menos inspirados y que hacen que AM no sea un disco perfecto y sin una sola fisura, cosa que sí era su debut.
Entre la compostura y el baile
Fireside nos ofrece un deje vocal muy Josh Homme, amigo e influencia de la banda en los ultimos años. Why’d You Only Call Me When You’re High? nos reconduce a la tónica general, a ese sonido negro, un omnipotente bajo con mucho groove, casi funky, una sutil guitarra y un estribillo que se te pegará durante días y un ligero subidón final que lo colocan sin duda como el single principal del disco y uno de los mejores temas de la banda. Snap Out of It y Knee Socks, de influencias disco, son de los temas más animados y bailables, con unos estribillos demoledores. Si os gustan estas dos últimas, echad un vistazo a esta versión del tema de Drake, Hold On, We’re Going Home, que interpretaron en directo en una sesión para la BBC, muy en esta linea bailable. Genial cover que mejora la original, una pena que no esté en álbum.
Un disco casi perfecto que hace que el grupo tenga ya tres álbumes sobresalientes de sonidos claramente diferenciados, no sé por donde seguirá su camino pero no veo motivo para dudar de un grupo que ha vuelto a demostrar buen gusto en la aplicación de sus influencias. La añadidura de la elegancia del rhythm and blues a su sonido ha reparado el pequeño bajón que supuso Suck It and See y enriquecido el resultado con mas éxito del que quizás muchos esperaban. Sin duda encantará a todos los que no busquen otro Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not o a los que acogieron sus dos últimos discos y disfruten mínimamente de un sonido más clásico.