Tremendo debut el de este quinteto vitoriano que se mueve siguiendo las coordenadas del stoner rock de la escuela de Kyuss.
Beats of Olarizu —titulado en honor a los fríos prados cercanos a la capital vasca— es un trabajo de más de una hora compuesto por seis cortes. Sus riffs densos y arrolladores, con cadencias muy propias de la escena grunge, caracterizan la primera mitad del disco, confirmando que pese a ser su debut Arenna tienen un sonido muy definido y compacto. Su vocalista Txus, que goza de un registro que podría llegar a recordar a Layne Staley, demuestra su interés por aportar melodía a la muralla sonora.
Además de dejar unos buenos solos de guitarra, Arenna saben experimentar con su duro rock a terrenos donde reina el groove y la melodía —Fall of the Crosses— o bien a otros más psicodélicos y progresivos, sobre los que se asienta la segunda parte del disco. Bajo la alfombra del bajo, las guitarras trazan sonidos vaporosos, que en ocasiones se ven adornados por teclados, como sucede en Metamorphosis in IC [0,9168 g/cm3] un tema de más de media hora que consigue atrapar y hacer perder la noción del tiempo.
Sin lugar a dudas Arenna han creado uno los de discos nacionales más recalcables del año, en el que destacaré también el apartado artístico (creatividad a raudales a manos del vietnamita Moony Khoa Le), y su edición en vinilo, que trae bajo el brazo 3 bonus tracks.