Ash Borer – Bloodlands (2013)

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Cualquiera que siga con cierta atención lo que esta santa casa tiene que ofrecer seguramente esté familiarizado con el nombre de Ash Borer, pues el año pasado tuvimos ocasión de escuchar el segundo larga duración de estos blackers estadounidenses, Cold of Ages, que consiguió colarse en las listas de favoritos del 2012 de varios miembros del staff SBS. Pues lejos de dormirse en la gloria, la banda vuelve pocos meses después con Bloodlands, un EP cuyo lanzamiento coincidirá con la gira europea que emprenderán junto con Fell Voices en marzo de 2013: tres temas que abarcan nada menos que 35 minutos y que amenazan con convertirse en toda una fuerza contra la que medirse dentro de la discografía del ahora quinteto.

Uno de los aspectos más destacables de aquel Cold of Ages fue el considerable salto hacia delante (o hacia atrás) que representaba con respecto a su LP debut, en la medida en que las tendencias más post-rockeras cedían paso a temas más inspirados por el black metal atmosférico y gélido de los primeros Emperor y Enslaved. Bloodlands por su parte continúa en esa línea y esto se hace evidente al poco de dar comienzo Oblivion’s Spring, el tema que ocupa toda la primera cara del EP. Un ejemplo más de la fórmula que Ash Borer dominan como pocos: la de un black metal de alta intensidad, basado en temas largos y riffs de frenéticos trémolos que conjuran una emoción cruda y desatada, emoción que cristaliza especialmente en los descarnados aullidos del vocalista K, quien también hace las labores de guitarrista.

Salvando una breve introducción en forma de unas notas de guitarra limpia, pronto nos adentramos en una tormenta de riffs marca de la casa, y de manera notable podemos comprobar que el sonido es considerablemente más sucio y crudo que la última vez. En esta ocasión, el grupo ha optado por grabar en directo en el estudio sobre cinta magnetofónica y el cambio se nota: una producción más áspera que sustituye los matices de Cold of Ages por ruido y saturación. Muy notorio es también el peso que tienen las líneas de bajo en este Bloodlands, y es que el contraste es drástico: las cuatro cuerdas han pasado de brillar por su ausencia a encontrarse ahora prácticamente en la primera línea. Aunque las partes de bajo no lleguen a destacar sobre el resto de los instrumentos su presencia se hace sentir como un temblor a lo largo de todo el disco.

Mientras que Oblivion’s Spring es un tema estándar dentro del estilo de los americanos, podemos ver cómo la banda se adentra en terrenos algo menos transitados al comienzo de Dirge, que abre la cara B de Bloodlands. Aquí la furia y la intensidad quedan en un segundo plano mientras Ash Borer se toman su tiempo en elaborar un tema basado en una melodía lóbrega y una percusión escasa donde se adivinan unas notas de sintetizador muy sutiles. Siguiendo su línea, la banda hace un uso muy bien medido de los teclados como elemento ambiental, y son poco comunes los momentos donde estos llegan siquiera a distinguirse por encima del muro de sonido de los demás instrumentos, aunque si llegan a brillar con luz propia en algún momento, es sin duda al final de Oblivion’s Spring, cuando los riffs de guitarra se difuminan y forman junto a los sintetizadores una marea de ruido reverberado semejante a un vendaval azotando nuestros oídos.

Por su parte, Dirge va tomando la forma de un crescendo que va ganando impulso e intensidad hasta desembocar en Purgation. Cuando el lento desarrollo que comenzaba en el anterior tema adquiere todo el impulso, nos adentramos de nuevo en el huracán, aunque con un cierto giro, pues bien avanzada la canción el ritmo se ralentiza de nuevo a un medio tiempo que poco a poco nos guía hacia el clímax del tema, y probablemente el momento cumbre del EP, cuando el riff que abría Purgation vuelve a aparecer para llevar Bloodlands a su extático final.

Después de tomar por asalto el panorama del black metal moderno el año pasado, Ash Borer juegan sobre seguro y consolidan el terreno ganado con este Bloodlands, un EP en el que sin arriesgar demasiado continúan desarrollando y perfeccionando su sonido, un sonido en el que aún se reconocen los grandes trazos de aquella banda que editó su primera demo en el aún relativamente cercano 2009. Pero Ash Borer han sabido añadir a lo largo de los años suficientes matices y detalles como para consolidarse como una entidad con nombre propio y un primero entre iguales dentro de la prolífica escena norteamericana de black metal atmosférico… o de lo que queda de ella.

Bloodlands será editado pronto por Gilead Media y Psychic Violence en edición EP de 12 pulgadas. Los preorders comenzarán a finales de febrero. El EP entero puede escucharse entero en el Bandcamp del grupo.

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