Atari Teenage Riot es una famosa banda alemana que tuvo especial fama en los 90 y parece que con el paso del tiempo han perdido bastante importancia en el mundillo musical (como ha pasado con casi todas los grupos míticos del género industrial). Durante 8 años revolucionaron la escena industrialera con sus letras reivindicativas (más cercanas al punk que al industrial), sus bases ruidosas y machaconas, y el carisma que desprendían sus 4 miembros: Alec Empire, Hanin Elias, Carl Crack y Nic Endo que formaban una conjunto que arrollaba en sus directos.
En 2000 decidieron separarse, y con la muerte en 2001 de Carl Crack por sobredosis parecía que ATR nos habían dejado para siempre, a pesar de que todos los proyectos en solitario que iniciaron sus miembros tenían el regustillo de su banda madre. En los últimos años ATR volvió a a hacerse tímidamente visible, primero con temas del grupo tocados en directo por Alec Empire (con Nic Endo colaborando), luego con una serie de conciertos de reunión de lo que quedaba de ATR y después con la confirmación de este Is This Hyperreal?, con Alec Empire, Nic Endo y un nuevo miembro llamado CX KiDTRONIK.
¿Y que nos traen de nuevo ATR 11 años después de su separación? Pues nada. Pero ni falta que hace. A pesar de faltar el 50% de la formación, parece que la otra mitad ha decidido recoger el testigo donde lo dejaron, con otro fantástico disco de su furioso “digital hardcore” y letras de corte reaccionario (siendo el tema de la libertad en Internet el especial protagonista). Nic Endo demuestra ser un sustituto más que potable de Hanin Elias y CX KiDTRONIK es un MC a la altura de la leyenda de ATR. Por lo demás, todo parece seguir igual en el grupo que nos abandonó hace una década.
Un ejemplo magnífico de cómo debe ser la vuelta de una banda con solera como ATR. Se podrá discutir si han vuelto por el dinero o no, pero en este Is This Hyperreal? siguen presentes todos los elementos que dieron notoriedad al grupo. Y quizás, en los tiempos que vivimos, hasta la vuelta de Atari Teenage Riot sea algo necesario. Esperemos que no tengamos que esperar otros 11 años para poder volver a disfrutar de sus bombas sonoras.