En los 19 años de carrera de Berri Txarrak nunca habían pisado Alicante y la cita de ayer era una oportunidad única para comprobar una vez más que el directo de la banda navarra se en cuentra en un estado de forma excepcional. La puntualidad de la sala hizo que nos perdiéramos la mayor parte del concierto del grupo invitado, Zombies and Diamonds, pero nos bastó para comprobar que realizan un stoner rock con mucha fuerza y que se distancia de posibles modas pasajeras. Con unos cuantos riffs y feedbacks cerraron una actuación notable que nos ha hecho interesarnos por su grabación más recientes, «Dogs Become Wolves«.
Con un aforo casi completo en la sala John Mulligans, Berri Txarrak salieron a la palestra y abrieron el concierto de manera sobria con la potente Gelaneurria, del convertido en clásico Jaio.Musika.Hill. Cabe destacar que las canciones de este disco son las que en general hicieron responder mejor al público, que poco a poco iba entrando en calor, acercándose más a las primeras filas y montando algo de sana gresca en momentos puntuales. El nivel de intensidad no bajó en esta primera parte, ya que después vinieron las potentes Hil Nitzen Eguna y Albo Kalteak, con su pegadizo riff de bajo. Han pasado casi dos años desde la publicación de Haria y se nota que ya encaja en el público como si se tratara de un disco de mayor recorrido, con el añadido de la intensidad con la que sonaron. Berri iban repasando su repertorio y tocando las aristas más metaleras, hardcore o rockeras, en un set equilibrado que no dejaba ni un respiro, y en el que había que tener todos los sentidos atentos para cada detalle.
El grueso del concierto, además de la presentación de Haria, se basó en canciones de sus dos discos más aclamados, Libre y el ya citado Jaio. Entre Izena Izana Ezina, Libre, la aclamada (y cantada íntegramente por una gran parte del público) Oreka también hubo tiempo para clásicos como Ez Dut Nahi o Min Hau y descargar parte del repertorio de Payola, que con Maravillas o Paperezkoa (con mención al cierre de la web Ateak Ireki) tuvieron una buena respuesta que se tradujo en más gente que se sumaba al mosh e incluso el crowdsurfing. A mitad del concierto también dejaron caer una versión, que sinceramente no pude reconocer, que sonaba a algo noventero americano, seguiremos investigando.
Con el concierto bien avanzado empezaron a sonar los temas más aclamados desde siempre por el público, Ikasten, mientras Gorka tocaba unas notas de Kyuss, David nos invitaba a todos a sentarnos para luego saltar a la vez que comenzaba la parte más guitarrera de la canción. Sin más miramientos, a continuación vino Oihu, que desató la locura de los presentes , sintiendo que el concierto llegaba a su fin. Pero nada más lejos, aún hubo tiempo para Makuluak con su velocidad endemoniada. Antes de los bises pudimos escuchar la siempre emotiva Zertarako Amestu, y cuando se hizo el silencio el grupo se reservó tres canciones que quedaban en la recámara para los bises.
Este último bloque comenzó con la potentísima Harra, que demuestra el monstruo que es Galder a las baquetas, la complicidad que reina entre la propia banda y el público y la cantidad de ruido que pueden montar solo tres instrumentos. El penúltimo plato de la noche fue la esperadísima Sols el Poble Salva el Poble, en la que prácticamente se oía más la voz del público que la de Gorka, una de las canciones que ya no puede faltar en su repertorio. Finalmente, como no podía ser de otra forma, el apoteosis final vino con Denak ez du Balio, tuvimos el momento hardcoreta de la avalancha de gente intentando cantar en el micro de David, además incluyó la clásica colaboración espontánea de un asistente que hizo las veces de Tim Mcillrath, cantante de Rise Against.
En conclusión, es casi una obligación ver un directo de Berri Txarrak, cada vez más universal y sin tener que demostrar su valía con promociones o palabras, está de sobra ganada con su música y entrega. En el montaje de los instrumentos me fijé que el bajo de David lleva una pegatina que pone «Listen to Bill Hicks«. Si el cómico estadounidense siguiera vivo hubiera disfrutado con el concierto de Alicante, Berri «play from their fucking hearts».
Gracias a xuso por las fotos
Apoyános
