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The Black Keys – Turn Blue (2014)

He de reconocer que interpretar un disco como Turn Blue tomando en consideración la trayectoria de The Black Keys en los últimos años es algo difícil. Muchas son las variables que han entrado en juego y parece que finalmente las decisiones se han tratado de tomar en muchos frentes, como si librasen una batalla entre el corazón y la cabeza.

Venidos desde el underground más callejero y aupados sin solución de continuidad al mainstream desde el auge del revival garage-rock y su nominación a 3 Grammys con Brothers, El Camino remató la jugada con su viralizado single de Lonely Boy. El grupo se plantaba en 2014 con los “pitchforks” con los cuchillos en las manos y un sello discográfico que no esperaría para exprimir la última gota de dinero de la nueva gallina de los huevos de oro. Y mientras tanto, Dan y Patrick pasaban una difícil etapa personal —divorcios, custodias de hijo, acusaciones de intentos de suicidio— que les llevaban a escribir los temás más melancólicos de su carrera y que se reflejan en el propio nombre del disco. Todo esto claro, no podría augurar que una petada de ventas y el grupo decidió rescatar otros temas antiguos más animados, y por supuesto, el resultado no ha podido contentar a ningún bando.

Arrancar fenomenal y descolocar al personal

Los cuatro primeros temas son innegablemente buenos y traen el descoloque de serie. El disco abre con un tema de 7 minutos, Weight of Love, con deliciosas y lentas progresiones, para pasar a un tema con mucho groove y soul, In Time. Pocos rastros quedan de ese blues-rock añejo y sucio (grabado en sótanos y en 8 pistas) de sus primeros trabajos, pero The Black Keys todavía demuestran que por sus venas debe correr algo de sangre negra, aunque ahora se muestre más al estilo de los Arctic Monkeys con ese “mood” seductor que también reaparece de forma ganadora en Turn Blue.

Fever es el paradigma de otra de las facetas del disco. Pocas guitarras y mucha línea de sintetizador pegadiza. No es el single que esperábamos pero su eficacia queda probada. Otros temas intentan seguirle a la zaga en la misma onda, como Year In Review o 10 Lovers, pero sin el mismo tirón.

Un disco que se podría haber quedado en un EP muy majo

La segunda mitad del disco puede ser considerada en la práctica relleno, salvando únicamente a otro de los mejores temas que es Waiting On Words. El grupo se enquista en el anodismo y cualquier tema de Brothers o El Camino podría darle una buena paliza a lo aquí presentado. No suficiente con esto el grupo decide que es una buena idea cerrar en clave de country-pop comercial como Gotta Get Away, un tema que podría funcionar a la perfección para anuncios en televisión para dejar de fumar.

No sé si los de Ohio se han precipitado, si al final esto de querer contentar al dios dinero y ser fiel a tus emociones es contraproducente, pero Dan Auerbach y Patrick Carney han sacado un disco en general flojo del que podrán recuperar unos pocos singles que les funcionarán bien en los directos festivaleros. Con la fama echada, ahora es tiempo de cosechar el buen trabajo de años mozos, aunque no deberían acomodarse: no siempre es verano.