Presentamos a continuación Oceanic, el último disco de los portugueses Blacksunrise, quinteto que ha ido madurando su deathcore/metalcore desde el 2002 ganándose poco a poco una merecida fama a nivel nacional con un par de LPs y un EP. Este año, se han atrevido a dar un paso más elaborando uno de los discos más interesantes que podremos encontrar en los tiempos que corren dentro de su género. Desde SBS vamos a intentar darle un pequeño empujoncito.
A todos los aficionados del deathcore les sorprenderá desde el principio el buen hacer de estos lisboetas, así como su perfecta unión entre los ritmos más cañeros del deathcore y una melodía traida directamente de los grupos más tradicionales del metalcore y el death melódico. Es cierto que esta mezcla ha sido ya muy usada, pero también es verdad que últimamente la tendencia de numerosos grupos a variar su sonido hacia aires más modernos, hacen que este trabajo suponga un nuevo respiro para un tipo de música que en cierta medida se esta quedando coja.
A pesar de todo, el grupo mantiene una gran base técnica, muy bien guiada por su batería y su bajista, el cual también se suele unir a la melodía con algunas elocuentes estrofas. Las guitarras se encargarán principalmente de resaltar las partes más rápidas del disco y de aportar un sutil toque épico con sus solos. Tanto la melódica como la rítmica se compenetran a la perfección, sus distintas partituras aparentan haber sido fruto de un gran trabajo de estudio. En la parte vocal encontraremos distintos registros, rasgado y gutural, que se van alternando en cada canción, cobrando mayor importancia en las partes más pesadas del disco. En conjunto todos los instrumentos han sido muy bien trabajados.
Podriamos separar el disco en dos partes, divididas por Must Be Purged, una gran canción de ritmo lento y que encenderá nuestra bombilla tras seis temas a toda pastilla. En ella tiene cabida lo acústico, lo instrumental y un buen final bastante alejado de lo que nos ofrecen en todo el disco. Tanto la primera parte como la segunda mantienen un gran nivel. Physalia Physalis se alza por encima del resto como canción emblemática del disco mientras otras como Atlantida o Asgard Dies no permitirán que bajes la guardia tras ese gran comienzo. La primera derrocha melodía en cada compás y la segunda nos ofrece una ambientación más pesada y oscura. I Am The Sea es quizás la canción que menos me ha gustado del disco. En ella encontraremos una colaboración femenina a las voces melódicas que no me ha terminado de convencer. En mi opinión, tal y como suena el grupo en Oceanic, no creo que necesite precisamente de este tipo de voces.
En la segunda mitad nos encontraremos con Flesh y su minuto y medio de pura adrenalina, y seguidamente Adamastor, posiblemente el tema más «típico» de todos a pesar de tener un gancho especial. Deep Without Mercy y Metamorphosis cierran el disco de manera espectacular encontrándonos con los mejores minutos del disco además de su comienzo.
Como conclusión destacamos el buen trabajo que ha realizado este quinteto y su gran forma de tocar, aunque confiamos en que no se estanquen en un sonido bastante inestable y que sobrevive de rachas y discos esporádicos dentro de un amplio saco. A pesar de todo, a Oceanic le faltan pausas y le sobra una quinta marcha bastante constante durante todo el minutaje. El grupo ha demostrado de lo que es capaz pero más adelante querremos verles con nuevas ideas y con unas canciones con mayor personalidad. Esperemos también que cuenten con una mejor producción para sus próximos frutos y a verlos de gira por su país vecino.