Bloodiest – Descent (2011)

Larga fue la espera desde que algunos escuchamos el primer adelanto de esta nueva banda y quedamos anonadados. Tal y como preveíamos, Bloodiest se han sacado de debajo de la manga uno de las sorpresas del año. Aunque los componentes del grupo no son del todo desconocidos (destaca especialmente la figura de Bruce Lamont, miembro de Yakuza), su facilidad para haber definido un sonido propio tan sólido en su primer disco es increíble. Conseguir desmarcarse dentro de una escena tan compleja y saturada como es la del sludge no es tarea fácil, aunque parecen hacerlo sin dificultades y con una clase y buen gusto muy por encima de la media.

Para empezar, Bloodiest le dan una vuelta de tuerca al sonido sludge con influencias psicodélicas e incluso algo progresivas gracias a la presencia de pianos y multitud de guitarras acústicas, sencillas pero conmovedoras, que incluso se atreven a llevar todo el protagonismo en canciones como Pastures o Slave Rule. No contentos con ello, la labor de su vocalista es tan personal como arriesgada, desgarradora a la vez que melódica, otro elemento que confiere a la banda un sonido inconfundible. Y es que en algunos momentos vienen a la cabeza reminiscencias a la América más profunda y arcaica, incluso cercanos de alguna forma a cantos indios, especialmente en los momentos más reposados y ambientales. Es motivo de elogio también la acertada producción de la batería, muy presente en las canciones gracias a un sonido grave muy característico como se puede observar en Dead Inside, en el cual lleva todo el protagonismo desde el primer compás. En los ritmos más primitivos y tribales encontramos un carácter casi ritual, una visceralidad siempre presente incluso en los pasajes más bellos.

Otro de los elementos más acertados del disco es su estructura circular: se ordena en torno a la que es la pieza magna de la banda hasta la fecha, Dead Inside, el que fue el primer adelanto de la banda y que ocupa la posición central del álbum. Alrededor de ella aparecen las dos piezas con mayor presencia de elementos acústicos, el combo Coh-Pastures (en forma casi de balada) y Slave Rule. Otra de las similitudes de estas piezas es como van poco a poco creciendo en intensidad y electrizándose a medida que pasan los minutos. Por último, Fallen y Obituary es una única pieza dividida en dos partes que abre y cierra el disco, de forma que el principio y el final son el mismo. Una clara metáfora de esta estructura podemos observarla en la potente portada que acompaña a Descent, en la cual el principio y el final se confunden en el particular ouroboros equino.

En definitiva, una delicia de disco, una montaña rusa de apenas 40 minutos en las que queda patente que la banda tiene un potencial tremendo (en parte aún por explotar) y una magia cada vez más ausente en el género. Sin duda uno de los discos del año, y esperemos que una banda que tenga mucho que decir en el futuro.

Fallen
Coh
Pastures
Dead Inside
Slave Rule
Obituary

El disco se puede escuchar de forma gratuita en el siguiente enlace: http://bloodiestband.bandcamp.com/

Nota: 8.5