Braintoy – Vehicles (2008)

Braintoy-Vehicles

“It can’t be ingnored. No… it can’t be ignored”. Así reza una de las letras de Braintoy y precisamente ser ignorados —de forma bastante injusta— parece haber sido el destino de estos canadienses.

Braintoy realizan un rock metalizado de corte progresivo, elegante y pulido, donde las influencias retro son más que palpables (ya lo desveló su anterior versión de Sheep de Pink Floyd), que no obstante trazan mayor paralelismo con artistas prog más contemporáneos como Opus Däi o incluso con unos The Mars Volta bajo el efecto de tranquilizantes.

Vehicles es de esos discos que enganchan desde el segundo uno. El tema que da nombre al título, primer corte, es un claro exponente del gran sentido de la melodía y las armonías que inunda el disco. La apertura corre a cargo de un piano-sintentizador, que podría recordar a los mejores Muse, creando unos pasajes realmente bellos y épicos, que acabarán explotando en una conjunción de exóticas percusiones y un exquisito riff tributario del rock progresivo de los 70. Tristan Green, el vocalista, pone el recopete con un estribillo sensacional. Su timbre es suave pero flexible, e incluso es capaz de tomar cierto rasgado en las partes más metaleras.

En Computational Symptoms las melodías vocales cabalgan rabiosamente sobre un potro de riffs desbocados, y en el que destaca un increíble y etéreo solo de guitarra. Theft Prevention me emociona con un estribillo de oro y sus progresiones rápidas y masivas. No obstante, el disco no es tan cañero como podría aparecer, y abundan canciones más acústicas en la onda de Porcupine Tree y los antes ya citados Pink Floyd. Otro tema a destacar es Sputnik II, en el que las largas dinámicas y la técnica del baterista nos podrían recordar a Tool, y en el que encontraremos un puente realmente psicodélico y jazzístico.

Estoy seguro de que Braintoy merecían haber sido un grupo revelación en su momento, lo que podría haberles evitado un presente es tremendamente incierto. Tenemos uno de esos discos exquisitos para sentarse y disfrutar por mil razones: por la técnica, la aptitud compositiva, el aroma de tiempos mejores, las melodías y la honestidad. A mí me electrifica por dentro y vosotros deberíais escucharlo.

Nota: 8.5

Os dejo un video de un tema grabado de una jam session en directo (no aparece en el álbum, y es instrumental) pero es muestra de su buen hacer.

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