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Cult of Luna – Vertikal (2013)

4 años después de Eternal Kingdom (la espera más larga entre dos discos de Cult of Luna hasta la fecha) nos llega Vertikal, el sexto disco de estudio de los de Umeå. Mucho ha llovido desde entonces. Tan rápido como apareció una cantidad exagerada de bandas que bebían descaradamente al sonido originado por Neurosis, las aguas parece que poco a poco empiezan a volver a su cauce. Hay quien decidió dejarlo antes de que la cosa acabase mal, algo muy sabio al empezarse a hacer patente el agotamiento (Isis). Otras bandas optaron por explorar nuevos sonidos, ya sean más ambientales (Year Of No Light), de corte más alternativo (Callisto), jugueteando con influencias más progresivas (Intronaut) o cambiando de tercio hacia sonidos más doom y black (Rorcal), por citar algunos ejemplos. Por supuesto también ha habido algunas pocas bandas que han seguido estancadas en su propio sonido, tanto con discos a la altura de lo que cabría esperar (Amenra, Rosetta…) como con algún pequeño susto que esperemos que no vaya a peor (Neurosis). Otros muchos grupos parece que directamente dejaron de interesar, absorbidos por este vacío que se produce una vez que el público asimila la novedad, la convierte en cliché y pasa a otra cosa. Es por esto que el (relativamente) largo silencio de Cult of Luna ha suscitado un cierto interés pues es de las pocas bandas que hasta ahora no había mostrado el camino que iba a seguir.

Sorprendentemente, en el caso de Cult of Luna, Vertikal me parece que ha supuesto la confirmación de la banda como uno de las formaciones que goza de mejor salud en la actualidad dentro del «género», no solo porque su directo roza un nivel altísimo sino porque han conseguido sacar un disco fresco, con la innovación justa para no sonar estancados pero sin dejar tampoco de lado su personalidad. Vertikal se presenta como un trabajo increíblemente elegante que tras la sequedad y robustez de Eternal Kingdom vuelve a sonidos más ambientales. Inspirado en la cinta Metrópolis (y quiero acentuar este «inspirado», pues no se trata de una obra conceptual basada en la obra de Fritz Lang), la novedad añadida será una mayor presencia de teclados y una acentuación de esa mecanicidad casi industrial que siembre ha subyacido en su música y aquí sale aún más a la superficie.

Sin embargo, quien espere un disco de metal industrial con pasajes ambientales interminables probablemente se desilusionará con la escucha de Vertikal, pues todas estas influencias no son sino recursos para seguir desarrollando el sonido de la banda y no suponen ni una ruptura con sus anteriores trabajos ni un cambio radical en ningún sentido. La principal virtud de este trabajo será este equilibrio entre pasado y presente, con una mayor variedad vocal de la que nos tienen acostumbrados pero sin renunciar a los riffs gruesos que siempre les han caracterizado. Claro ejemplo de esto son I: The Weapon y In Awe Of, temas al más puro estilo de Cult of Luna adaptados a este nuevo sonido de la banda. En esta onda más continuista encontraremos el tema más complejo y complicado de encajar en el disco, Vicarious Redemption. No solo porque es el tema más largo que la banda ha compuesto hasta la fecha, sino porque además su avanzada posición no augura nada bueno (a efectos prácticos es el segundo tema y dura casi el doble que el siguiente tema más largo). Sin embargo, no solo salen airosos facturando un buen tema in crescendo que se rompe en ritmos mecanicistas muy marcados para culminar con uno de los fragmentos más bellos y melódicos del disco sino que me atrevería a decir que se trata del mejor tema del conjunto. Por otra parte, los temas que participan de una mayor innovación serán el tramo intermedio, que consta de varios interludios, la industrialísima Synchronicity y la preciosa Mute Departure, con unas melodías de sintetizador exquisitas en los momentos más electrónicos y envolventes del disco. Por último, el disco se cierra con la oscura Passing Through, una balada sencilla y triste con sonoridades de caja de músical, el broche perfecto para un buen disco cuyo quizá único defecto sea moverse por aguas lo suficientemente seguras para que hay quien piense que se han repetido.

La producción si bien no resulta del todo molesta, no debería sonar a un volumen tan absurdamente alto y nos hace volvernos a plantear el nefasto papel de los técnicos de sonido a día de hoy. Alguien debería recordarles que hay un cachivache en nuestro equipo de música que sirve para regular el volumen y para que cuando queramos escuchar algo sonar alto podamos hacerlo porque nos viene en gana y no por imposiciones estúpidas que lastran la música como son las técnicas de masterización modernas.

En definitiva, un disco oscuro, futurista, de luces y claros, muchas sombras y sobre todo buena música. Habrá a quien no guste o a quién le sepa a poco. Es obvio que no se trata de su mejor trabajo y de que a estas alturas quien espere algo distinto debería irse a escuchar otra cosa. Quizá también deberíamos plantearnos si lo que realmente ocurre es que algunos de nosotros hemos cambiado y lo que les pedimos es algo completamente distinto a lo que hacen, pues no me cabe duda de que un disco como Vertikal hace 10 años hubiese tenido una acogida muchísimo más calurosa y positiva por parte del público. Sinceramente, tampoco me importa demasiado, me conformo con poder disfrutar de otro excelente trabajo de una banda que de momento no baja el listón ni un ápice.

Nota: 9
9 / 10 stars