Me parecen sorprendentes determinados discos que están siendo editados a lo ancho y largo de Europa dentro de géneros hoy en día tan difusos en ocasiones como el sludge y el drone. Y me parece preocupante que estén pasando casi desapercibidos. Creo que es el caso de esta banda de nuestro páis vecino, los franceses Danishmendt.
Si en su día los suizos Rorcal me asombraron por su eclecticismo a la hora de mezclar el sludge más denso con el ambient más hipnótico rozando el drone, los franceses Danishmendt me resultan prácticamente imposibles de catalogar dentro de un género concreto. Aunque su música claramente tiene raíces en este sludge tan oscuro con cierta influencia del hardcore que vienen practicando bandas como Celeste, AmenRa o Time to Burn, su música se difumina en una paleta de grises y envuelve al oyente en una multitud de matices que van desde el dark ambient a riffs más potentes con influencia de géneros como el doom, el black metal o el noise. Todo ello con una idea en mente muy clara: la de nunca resultar obvios o repetir esquemas ya explotados. Y es que a diferencia de las bandas ya citadas, Danishmendt te mantienen en vilo, los temas, en lugar de estallar o bien desde los primeros compases o bien a lo largo del tema, se van poco a poco desarrollando de forma agónica, en muchos casos sin llegar nunca al clímax. Es importante cómo algunos van dejando a su paso un sentimiento de tremenda rabia contenida y sorprende la habilidad de Danishmendt para mantenerte en tensión desde la primera hasta la última nota sin que en ningún momento resulte tedioso o aburrido.
Es también habitual en la música de Danishmendt que la parte más agresiva corra a cargo de la percusión, las voces y el bajo mientras que las guitarras se preocupan más en crear un ambiente opresivo y asfixiante, resultando así un disco en el que ambas facetas de la banda aparecen bien equilibradas. En los más de sesenta minutos que dura, repartidos a lo largo de ocho temas, no encontramos apenas ningún tema que destaque por encima de los demás, resultando un disco completamente unitario y cerrado que no invita a escuchar temas sueltos. Como parece lógico, el disco se abre con un tema a modo de larga introducción que poco a poco te va metiendo de lleno en el angustioso mundo del grupo y se cierra con el tema más largo y lento de todos.
En definitiva, esta joya augura un interesante futuro a una banda que ya apuntaba maneras con su anterior disco pero que ha dado un salto cualitativo abismal. Esperemos que con su siguiente disco nos cautiven tal y como lo han hecho con este.
Un Passé Áride fue editado el año pasado por Odio Sonoro y Cold Void Emanations en un trabajado digipack con una cuidada fotografía a cargo de Yves Marocchi .