Dax Riggs – Say Goodnight To The World (2010)

Muchos conocerán a Dax David Riggs como un veterano músico que durante los años 90 estuvo al frente de bandas de escena underground como los infravalorados Acid Bath —todo un embudo que asimiló diferentes estilos como el thrash, la psicodelia o el doom para servir de germen al sludge—. Para muchos otros que hasta la fecha le desconocen, Dax Riggs podría pasar perfectamente por una secuela de la época dorada de Seattle.

Guitarras quejumbrosas, herederas de un blues añejo de aire sureño, riffs setenteros de herencia black-sabática y ritmos pastosos pero redondos, encajan como hermanos gemelos dentro de un mismo útero ligados por una producción exquisitamente orgánica. Dax Riggs pone la magia y el carisma con melodías rematadas por su característico vibrato, que podría recordar a un Layne Staley con un deje más smooth. Su versatilidad habilita a su voz para caer de rodillas con una delicadeza sublime como se demuestra en You We’re Born To Be My Gallows, o para tornarse nocturna y fantasmal en temas como Like Moonlight. Heartbreak Hotel es otro diamante donde Dax se descarna a voz desnuda, ambientado por dolientes y espectrales notas de guitarra.

Sin desentonar de la onda del disco, Say Goodnight To The World contiene otros temas mucho más directos o guitarreros como Gravedirt In My Blue Suede Shoes, o el remarcable No Will Be A Stranger donde Dax llena la canción sólo con su chorro de voz. Let Me Be Your Cigarrette podría ser facturado fácilmente por el sello de Queens of the Stone Age.

Desenterrando las raíces del rock en su estado más bluesero, oscuro pero melódico, Dax Riggs se autoconfiesa a través de la boca de su guitarra a la vez que nos seduce con su versátil y profunda voz. Toda joya que no debería pasar desapercibida por los seguidores del rock en cualquiera de sus formas.