Mezcla el jazz de los años 20, el surf y las bandas sonoras de películas clásicas de misterio y espías y más o menos de harás una idea de cómo suenan Dead Capo. Una banda de esas de carretera. Quince años han tardado en lanzar su segundo disco de estudio, este Sale que nos ocupa. Ya desde la temática mafiosa de la carátula el cuarteto madrileño nos empieza a introducir en el mundo de intriga que han creado. Un jazz que suena a improvisación pero sin recrearse en florituras ni perder al oyente —es un disco que puede escucharse aunque no seas un asiduo a este género—.
Como he dicho, Dead Capo tocan un jazz muy de primera mitad de siglo XX, con el saxofón como total protagonista, sonando romántico y elegante por momentos, fuerte y enérgico en otros y que además añade esos toques de banda sonora como por ejemplo pasajes rápidos y cambios repentinos de velocidad que recuerdan a persecuciones y añaden tensión a la música. El álbum tambien ha aumentado su dosis de música surf con respecto a su debut, lo cual añade un toque vacilón como puede verse en la increible versión surfera que hacen de la canción final de la BSO de la película Blade Runner. Un detalle divertidísimo. En otros temas, como Well You Needn’t o Fat Dog Mendoza —no os dejéis sin oír el video en directo de más abajo, es una de las joyas del álbum— las guitarras toman algo más de protagonismo y se acercan ligeramente al blues y al rock.
Propuestas como estas ayudan mucho a meterse en un género minoritario y difícil. Dead Capo empujan para ser uno de los mejores grupos nacionales de 2012 y para intentar no solo darse a conocer como banda sino para dar a conocer un poco más el jazz.