Un día de estos en un botellón te recomiendan un grupo de hip-hop. Tú, entre receloso y ligeramente borracho, dices que OK. En el PC de salón empiezan a enseñarte en YouTube videoclips con muchos efectos raros y entre el gentío distingues una voz que parece estar echándote la bronca y unas bases electrónicas que no sabes como encajar muy bien en la cabeza. Total, que decides que ya en tu casa los escucharás tranquilamente, das las gracias y sigues dándole al bebercio.
Al día siguiente te levantas, y mientras te haces un arroz 3 delicias Hacendado, recuerdas que te recomendaron algo de música y que lo apuntaste en tu móvil. Terminas de comer tu menú de domingo post-fiesta y decides que, para calmar un poco tu conciencia, vas a hacer un poco de limpieza general. Cómo apenas tienes vecinos (¡la música alta siempre con moderación!), decides poner música a todo trapo, porque el malestar general que tienes de serie no parece suficiente. Así que coges, buscas como narices se llamaban los raperos grillados esos, pones los altavoces lo suficiente altos como para reventarle la cabeza a Michael Gira, recopilas tus utensilios de limpieza y te preparas para una tarde de limpieza poco eficiente. Lo que no sabes es que esa bizarrada que te recomendaron entre turbias conversaciones, unos tales Death Grips, van a coger tu cabeza, la van a estampar contra la pared, se van a dar un festín con la pulpa resultante. La cuestión es que te gusta. Tanta rabia acumulada en su música quizás no la haga idónea para una tarde de resaca, pero tiene algo que aguantes con placer semejante bomba sonora entre palpitaciones en las sienes.
Quizás sea porque ahora vivimos una época donde la rabia contenida es una constante. O quizás es que semejante exceso violento se torne en fascinante, como pasa con otros productos en otros medios (¿acaso no nos fascinan películas como Ichi The Killer o videojuegos como Hotline Miami?). Independientemente de esto, ayuda mucho el riquísimo trabajo de bases que tiene este The Money Store, que haría fútil cualquier resumen de influencias que intentase hacer en este espacio.
Aunque sea totalmente sobrios, dadle una oportunidad a Death Grips que su extrema propuesta bien lo merece. Si hasta alguien como yo, que no tiene ni puta idea del género, ha sabido apreciarlo resacoso, es que algo tendrán.