Un nuevo disco de Deerhunter es siempre motivo de alegría. Y es que Cryptograms, Microcastle, Weird Era Cont., Rainwater Cassette Exchange y Halcyon Digest son trabajos que no bajan del notable alto, por lo que a estas alturas es difícil imaginar un disco malo de estos chicos. Aparte de su calidad, en su carrera su estilo ha sido una constante, basado en picotear en infinitas corrientes dentro de lo llamado “indie/rock”, pero siempre acompañado de una buena base de psicodelia, reverberaciones, momentos ruidosos y cierto carácter ensoñador. Sus múltiples influencias les ha permitido conformar una discografía variada, pero con personalidad y una identidad muy característica. Por eso, en cada lanzamiento de Deerhunter, por mucho que estos viren el timón, siempre hay una sensación de familiaridad al escucharlos.
En este Monomania, Bradford Cox y compañía deciden explorar sus raíces más rockeras, dando un disco de rock’n’roll de raíces claramente norteamericanas, que incluso a veces se permite juguetear con el country (no me juzguéis hasta escuchar Pensacola). Esta deriva sonora puede dar una sensación de simplicidad en las primeras escuchas, pero nada más lejos de la realidad: Monomania está plagado de canciones pegadizas (muy pegadizas), que están muy lejos de ser sencillas, con las múltiples capas que suelen tener todos los temas de la banda. Y es que a pesar de que el sonido está anclado en el rock más clásico, tiene el sello de Deerhunter: desde los momentos de ruidera que tan bien se les da (Leather Jack II o el final de Monomania), a otros temas de corte más ensoñador como Sleepwalking o The Missing. Y entre ambos extremos nos encontramos con una apasionante exploración entre diversas variantes de rock clásico.
Monomania es un disco al que pocos fallos se le puede sacar: temas con melodías que se fijan en la cabeza del oyente, una amplia variedad sonora con un hilo conductor bien definido, un orden para los temas que se antoja perfecto y la suficiente riqueza sonora como para que el disco aguante el paso del tiempo sólidamente. Os podría decir que Monomania es un clásico desde ya, pero me llamaríais exagerado. Es algo que el tiempo dirá, pero hay una anécdota que parece indicar que este disco tiene algo especial: durante su último concierto en el Primavera Sound de este año, los temas de Monomania eran de los más celebrados, lo cuál es realmente meritorio en una banda que tiene una discografía plagada de maravillas.
Sea como fuere, Monomania vale para confirmar que Deerhunter es una de las bandas de rock alternativo más en forma actualmente y están llamados a ser leyenda. Otra cosa sería una injusticia.