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 Doominical #059: La electrónica para metaleros está de luto

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Bob Mould – Sunshine Rock

Es digno de admiración como el veteranísimo Bold Mould –si me permitís la expresión, todo un titán del rock- mantiene tan buena forma en su prolífica carrera en solitario. Sunshine Rock es su decimotercer disco, un trabajo que es digno de catalogarse como un efectivo referente de lo que es y ha sido el rock alternativo.  Predominan las canciones rápidas guiadas por las guitarras crujientes, con un marcado por un carácter positivista aunque en ocasiones melancólico (claro ejemplo en el tremendo Sunny Love Song con ese deje a Dinosaur Jr). Mould también se desmarca con algún tema más oscuro como The Final Year (con un halo post-punk, voces más graves y un teclado protagonista) y algún otro más arrebatado y punkarra como Send Me A Postcard que suena a The Stooges. Una recopilación de temas bastante competente y disfrutable que muchos grupos más populares desearían poder firmar.

Motorpsycho – The Crucible

Otros veteranos incansables, referentes del rock psicodélico/progresivo, regresan con un brillante trabajo divido en 3 suites. Psychotzar abre con el sonido clásico de los noruegos. La canción engancha sin apenas esfuerzo, con un ritmo templado y guitarras deliciosas. Le sigue Lux Aeterna, un tema más juguetón donde el trío revisita a Pink Floyd. Teclados, voces y coros dan ese toque celestial pero la verdadera protagonista es una guitarra de pura fantasía que nos regala un solo hipnotizante. The Crucible recurre a desarrollos más intrincados y los juegos de dinámicas, construyéndose lentamente y de forma seductora a lo largo de un viaje que nos lleva tanto por zonas lisérgicas como por otras más aplastantes y oscuras. Disco imprescindible para los seguidores de los sonidos progresivos.

Hexvessel – All Tree

Después de un disco más orientado al rock como fue When We Are Death, el grupo da un paso atrás, volviendo a los sonidos más acústicos y propios del folk.  Aunque el disco sigue conceptualmente la tradicional senda naturalista y silvícola, All Tree no tiene esa capacidad de evocar la sensación de perdernos en las entrañas del bosque primigenio que sí tuvieron los primeros trabajos del grupo. La estética sonora está más cercana a la del folk psicodélico de los 70, con aderezos de instrumentos y sonidos propios de la música celta y centroeuropea. Matt McNerny sigue haciendo un buen trabajo, mostrándose emotivo y sugerente, ayudado por una banda que maneja los códigos de la sutileza y la elegancia. No será su mejor referencia pero merece pasar el corte.

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