Cualquiera que se enfrente a la creación artística debe partir de una base: eso que quieres hacer, alguien lo ha hecho antes, mejor o peor. Asumiendo que todos los artistas nacen a la sombra de otros maestros, que a su vez fueron anteriormente aprendices de otros maestros, no es descabellado que exista gente que decida liarse la manta en la cabeza y, en lugar de hacer un subrepticio copy-paste de sus referentes, una técnica más habitual de lo que quisiéramos, decida mostrar sus cartas con honestidad y pretenda reinterpretar sus influencias.
Es así como el grupo Lavodrama, encarando la creación de su segundo disco decide hacer un remake realmente profundo de una de las obras cumbres del rock de los años 90: In Utero de Nirvana. Un disco producido por Steve Albini con una clara idea de trabajo en mente: captar el sonido más crudo y punk posible, y que se conforma como la fotografía de las angustias de un Kurt Cobain que iba cuestabajo y sin frenos hacia el abismo de su autodestrucción, superado por la presión mediática del rockstar que nunca quiso ser.
Buscando (o encontrándose) al mártir del rock
Temas recurrentes como la enfermedad, la muerte, la medicina y el aborto hacen seguramente de In Utero el disco más oscuro de Nirvana, y aún así son temáticas de las que nadie en este mundo puede ser ajeno o incluso finalmente protagonista. Así es como Benja Villegas, a través de una bizarra sincronía vital con lo relatado (víctima de un serio accidente de moto junto a su novia, perdiendo ésta el bebé que ambos esperaban, y permaneciendo postrado en cama más de un mes) , decidió que el disco del que ya tenía intención de hacer un remake era In Utero.
¿Qué puede haber más arriesgado que enfrentarse a reinterpretar al grupo «mainstream de culto» por excelencia? Parece que Benja Villegas lo tenía bien claro y puesto a arriesgarse, sabía que debía dar el salto con todas las fuerzas y sin paracaídas. El grupo decidió cambiar su nombre, según ellos como la maniobra más anticomercial que pudo contemplar (aunque como veremos después precisamente el grupo busca una gran promoción), pasando a llamarse Anyzed, y se internó de lleno en el barro de las emociones y los mensajes de las canciones. Como outsider que quiere ponerse en la piel de otro artista, Benja realizó el necesario trabajo de documentación sobre Cobain: leyó su libro favorito —El Perfume de Patrick Süsking— inspiración para Scentless Apprentice, y estudió el porqué la actriz Frances Farmer tuvo su venganza en Seattle. “El ejercicio de estilo era llegar al posible punto de partida de Kurt Cobain y una vez ahí escribir la canción, no como un estadounidense de los 90 sino como un barcelonés que vive en 2013, justo 20 años después” explica el músico en Yorokobu.
El resultado final es impactante. En El Útero no es un disco de versiones, no al menos uno al uso. Solo vagas trazas de algunos acordes o líneas melódicas nos recordarán al original y aunque los títulos están traducidos con fidelidad, las letras están totalmente reinventadas. Aunque el grupo manifiesta que todo fue grabado a una toma, la cual contiene incluso errores y desafinaciones, en realidad el sonido es mucho menos estridente y cochambroso que el disco de 1993, como puede demostrar uno de sus cortes más cafres, Ordéñalo (Milk It). Todo fluye en unos cánones más confortables para el indie-rock, los temas (así como las voces) no suelen despuntar en los picos de abrasión del original y se incluyen arreglos de teclados y de electrónica. Las letras y las melodías son notables protagonistas, cuando lo fácil es que hubieran estado en la servidumbre de todo lo demás. Por si fuera poco, Elphomega dispara al micro rimas certeras en el De Tourette, consiguiendo seguramente el tributo más brillante y original al tema que he oído nunca.
Solo queda el fondo, el medio es más light
Sorprendentemente todo suena totalmente orgánico y fluido, y en cierta manera, personal. Justo lo que pretenden cientos de artistas se ha conseguido de a través de buscar un claro objetivo de homenajear a otro artista. ¿No es irónico? Tratar de conseguir el éxito emprendiendo el camino mil veces realizado por otros aventureros sin liderazgo.
Es difícil encajar un lanzamiento así a día de hoy cuando todo está tan estudiado y analizado sobre este fenómeno llamado Nirvana. Lo que en su día fue rompedor y cáustico para una generación, hoy es parte de la cultura popular, asumido por todos y biberón del rock alternativo actual. Se han hecho mil discos de versiones y Anyzed podrían haber firmado uno más para la pila, pero el resultado, si algo conseguirá, aparte de la generación automática de destractores y amantes, ha sido el dejarnos a todos a contrapié. Una obra tan fresca que si posiblemente escuchases sin conocimiento de todo lo anteriormente relatado, nunca te haría pensar que partió de In Utero, pero que seguramente te llevará a los lugares que en su momento ya visitaste con los de Seattle pero con otro guía y otra historia. Una visita, eso sí, mucho más light.
Lejos de la anticomercialidad: un vídeo por semana
El disco puede escucharse directamente desde un vídeo interactivo de Youtube. Al pinchar click podrás avanzar las canciones. Además, cada tema contará con un vídeo producido por un realizador distinto, y se irá desvelando uno por semana, durante un total de 12 semanas. Ya conocemos el de De Tourette, donde decíamos que aparece el rapero Elphomega. El disco será editado en formato físico con una tanda muy limitada (100 CD’s y 500 casettes hechos a mano) a través de un sello discográfico creado ad hoc llamado Navaja Suiza.