Étant Donnés es un dúo formado por dos hermanos franceses que mezclan en su discografía dos de sus mayores intereses: la música y la poesía. Su sonido, moviéndose por diversos géneros es difícil de describir de forma precisa así que si queremos generalizar usaremos la tan socorrida como inútil etiqueta de música de vanguardia. Si recorremos su discografía veremos que sus discos, en un 90%, se encuadrarían en el noise, el dark ambient o en los «ruiditos raros porque si». Sin embargo en esta reseña los discos que voy a tratar son los más musicales y podemos dividirlos en tres grupos. Por un lado los que están centrados en su faceta más ambiental, y más concrétamente los landscapes (música ambiental que te transporta mediante la evocación de un paisaje o escenario), la cual mezclan con el recitado de textos, mayormente poemas, cuyo interés sinceramente no se aprecia más allá de su aportación a la atmósfera de los discos y que humildemente intentare integrar en las reseñas. Entiendo que es un tipo de «música» (habrá quien incluso discrepe en que lo sea) que puede echar para atrás en un primer momento (o nunca dejar de hacerlo) pero que personalmente me ha llamado la atención, y creo que si uno tiene la suerte de pillarle el puntillo puede disfrutar bastante con las texturas y sonidos que crean y que verdaderamente consiguen el propósito de la música landscape y valga la redundancia: te transportan a otros lugares. Si esto no os llama la atención quizás si os interese su disco Re-up, más industrial y electrónico, con colaboraciones míticas de la escena incluidas. En último lugar su disco Offenbarung Und Untergang. Es el más accesible, de un corte más jazz y con otra colaboración importante, el últimamente en boca de todos: Michael Gira (Swans).
Aurore/Royaume/Bleu – Dark ambient…¿rural?
Estos tres trabajos, pensados como una trilogía que gira en torno a los sonidos de la naturaleza y a la interaccion del hombre con ella, son discos de texturas orgánicas. La lluvia y los truenos, las cigarras que dan la bienvenida al amanecer y el sonido del viento moviendo la vegetación o de las rocas chocando. Por esta descripción de la atmósfera parece que todo este fondo sonoro que nos acompaña podría ser bonito, incluso relajante, pero no lo es. No lo es porque no es lo único que escuchamos, no lo es porque no estamos solos. Un hombre nos acompaña en este «paseo campestre» y su voz, que no nos deja en paz, no deja de hablarnos, de susurrarnos poemas de forma perturbadora. En algunos pasajes podemos disfrutar del ambiente de nuevo. Estalla una tormenta, los truenos y el agua nos acompañan durante unos minutos y las cigarras, los pájaros y el infernal acompañante se callan. Parece que tenemos unos instantes de paz. Oímos campanas, parece que pasamos cerca de una población. El sonido cesa al pasar de largo y el peregrino y los insectos reanudan su marcha con nosotros así como el triste recital.
Unos discos que me han parecido hasta literarios, ya que estimulan la imaginación y te hacen elucubrar sobre qué es lo que está pasando en esas escenas que solo puedes escuchar. Así van fluyendo estos álbumes, es la pura definición de landscape pero mezclada con el perturbador poema, son tres discos que parecen una contradicción en sí misma, los relajantes sonidos de la paz del campo corrompidos por la amargura del hombre.
Re-Up (1999) – Un poco de industrial y noise.
En Re-up, un disco más electrónico e industrial, Etant Donnés buscan como colaboradores a algunos prestigiosos miembros de la escena industrial, post-punk y experimental, como por ejemplo Alan Vega (Suicide), Lydia Lunch o Genesis P-Orridge (Throbbing Gristle, Psychic TV…). En los cuatro primeros temas los beats se mezclan con el noise y la voz desenfrenada de Vega, que cual Nick Cave industrialoide crea un entramado esquizofrénico de electrónica industrial. En Sexodrone, Lydia Lunch & Mark Cunningham desgranan la vena más ambiental del disco, la seductora voz de Lydia junto con la trompeta de Cunningham crean una atmósfera oscura e insana. Es en los tres últimos temas cuando el zumbado Genesis P-Orridge entra en juego e irónicamente escuchamos la parte más relajada del disco. La calmada voz del fundador de Throbbing Gristle nos habla sobre un fondo electrónico que va volviéndose progresivamente más denso.
Re-up es un disco que integra bien la brutalidad de lo industrial con la habitual sencillez de lo ambiental formando unas atmósferas agobiantes que rozan el noise en todo momento.
Offenbarung Und Untergang By Georg Trakl (1999) – Desesperación y darkjazz.
Aunque es un disco más convencional que los anteriores, también gira en torno al recitado de poesía. En este caso el dúo francés esta acompañado de nuevo por Mark Cunningham a la trompeta y por Michael Gira y Saba Komossa, que aportan sus voces para la lectura del poema que da nombre al disco («Revelación y Muerte»), el cual fue escrito por el poeta Georg Trakl a principios del siglo XX. George acabo suicidándose por sobredosis de cocaína sumido en la más absoluta desesperación. Es esta amargura lo que el fondo constante de ruido intenta transmitir con su minimalista y suave drone. Un cúmulo de sensaciones, sonidos de viento, de agua, sonidos que podrían servir como contexto a los últimos momentos de la vida del poeta. Un ambiente que se ve sumamente enriquecido por la trompeta contenida, que nunca llega a desatarse, que aporta un toque siniestro pero bello, de jazz oscuro y que junto con la voz de Michael Gira recitándonos el poema crea un disco de una frialdad desasosegante.
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