Seguramente dentro de unos años olvidemos gran parte de las bandas que han ido apareciendo en los últimos tiempos bajo la etiqueta «post rock». De hecho, creo que este proceso ya ha empezado, con muchos lanzamientos de discos, que hace un tiempo hubiesen montando bastante revuelo, y que ahora parecen ignorarse en blogs, foros, revistas y demás medios. Pero hemos de reconocer que el género nos ha dejado una serie de bandas que por méritos propios se han quedado (y quedarán) en la memoria de la gente y cuyos nuevos discos levantan las mismas expectativas que cuando el género estaba en pleno auge. Y en esta categoría de «leyendas del post-rock» están sin duda los americanos Explosions In The Sky, que vuelven cuatro años después de su celebrado All of Sudden I Miss Everyone.
¿Y qué nos traen en pleno 2011 Explosions In The Sky? Pues casi nada nuevo. El que haya escuchado la discografía de EITS ya sabe que estos chicos son poco dados a los cambios, y aunque atesoran discos de gran calidad, podemos decir que llevan más de 10 años haciendo más o menos lo mismo. Y parece que todavía no se han aburrido de sus largos y conmovedores temas, de las largas progresiones que terminan en momentos épicos y demás recursos ya explotados por un sinfín de bandas. Siguen sonando a ellos mismos, y por tanto, siguen siendo el paradigma sonoro de un altísimo número de bandas nacidas en los últimos 5 años.
Teniendo en cuenta esto, el disco produce bastantes sensaciones encontradas en el oyente ya habituado al post-rock. Desde luego, no hacen nada que no se haya escuchado mil veces antes; y aunque estas bandas que han sobrepoblado el post-rock hayan sido en gran parte inspiradas por Explosions; no quita que el disco suene muy poco novedoso, por mucho que sea una de las bandas más importantes del género, y queda en evidencia no han sabido encontrar un punto que les distinga claramente de sus clones. O eso, o directamente no han querido renunciar a «su» sonido.
Pero a pesar de todo lo dicho, el disco llega a emocionar y conmover, lo cuál es bastante meritorio. E incluso no supone un gran bajón en su discografía, ya que podría haber sido perfectamente un All of Sudden I Miss Everyone II. Si que se hecha en falta algún momento especialmente memorable, pero siguen destacando por encima de la media postrockera. Quizás el tiempo y la popularidad del género haya jugado en su contra, porque tras tantos años es difícil encontrarles un punto realmente único.
Si, cómo yo, esperabas un «más de lo mismo» de EITS, enhorabuena, has acertado y seguramente disfrutes bastante del disco. Si no te gustaban, aléjate de este disco porque no tiene ningún elemento que pueda hacerte cambiar de opinión. Y si esperabas algo mínimamente nuevo, lo siento, pero aquí no lo encontrarás. Y para el resto de lectores que no tienen ni idea de que estoy hablando, ni de que narices es el postrock, doble enhorabuena, porque seguramente seáis los que más disfrutéis este Take Care, Take Care, Take Care.