Fair To Midland – Anchors & Arrows (2011)

¿Qué hubiera ocurrido si el metal alternativo de hace una década no se hubiera saturado de clichés y hubiera sabido evolucionar de una forma más natural? El ejemplo más vívido de ello lo podríamos vislumbrar en Fair To Midland, grupo que tras su descubrimiento por Serj Tankian en 2006, se ha ido consolidando (sin hacer demasiado ruido) entre las propuestas más interesantes del género —si es que existe alguno para catalogar su música—.

Los tejanos han mantenido los pilares de su sonido. Ahí están los gruesos riffs, la característica voz del cantante —cuya tesitura le permite llegar a picos de agudos realmente fascinantes—, pero tanto en el plano individual como en el global el quinteto parece dar todavía más de sí que en anteriores trabajos. Encontramos una batería que ahonda en su faceta imaginativa y técnica, y un bajo que es capaz de robar el protagonismo a los demás instrumentos —Musical Chairs es su momento—.

Sin poder catalogarse de experimental, la dinámica de las canciones es verdaderamente agitada, con constantes interludios y guiños a numerosos estilos como el country-folk que fluye bajo la piel de Amarillo Sleeps Under My Pillow o la vena más progresiva de A Loophole In Limbo. Mención especial se merece el teclado, el cual cumple una función mayúscula, pues a la vez que perfila elegantes trazos melódicos, añade capas y profundidad al sonido, haciendo que la música de Fair To Midland sea implanteable sin las teclas blancas y negras.

Si bien dentro de las canciones el grupo consigue armar numerosos elementos, el disco goza de un sonido muy compacto y un nivel realmente alto durante toda su longitud, apoyado en otro elemento clave como es su maestría en fabricar estribillos memorables sin recurrir a edulcorantes. Aún sí, existen temas que arriesgan mucho más y acaban ganando. Es el caso de la por momentos caótica Whiskey and Ritalin, la extremista Rikki Tikki Tavi —que combina fragilidad con abrasión y voces cavernosas— o el sonido robótico de Coppertank Island.

Si algunos pensaban que Fair To Midland no podría dar más de sí, Anchors & Arrows, su cuarto disco de estudio, representa una zancada de nivel que les ha llevado a fascinar a sus antiguos seguidores y a expandir su número de oyentes. Sin duda alguna este disco este disco debería figurar en los primeros puestos de las listas del año de los más aficionados al metal alternativo.