Chris Alfaro, productor americano de hip-hop underground y músico, ha lanzado este año su tercer disco tras el seudónimo de Free the Robots, proyecto en el que combina música electrónica de diversas influencias surgiendo esta vez como resultado The Balance, un álbum —nunca mejor dicho— muy equilibrado y uno de los discos de electrónica más interesantes del año.
Si bien su anterior álbum, The Prototype, oscilaba entre el glitch y el dubstep con no muy buen resultado y su último EP era puramente jazz electrónico en la onda de Parov Stelar, en este nuevo trabajo vuelve a un punto medio entre ambos, al sonido con el que aparentemente se siente más cómodo. Un sonido más acogedor, más rítmico, a medio camino entre el nu-jazz y el ritmo del hip-hop pero sin abandonar esos toques glitch/IDM momentáneos que enriquecen el conjunto.
Ophic, primera canción del álbum, es una buena representante de la faceta mas tranquila del disco. La voz de la vocalista de soul Jessie Jones y la melodía del tema nos hace inevitable pensar en Portishead y muestra una de las influencias más importantes del disco pues la cadencia del trip-hop está presente en mayor o menor medida en varios temas a lo largo del mismo, como en Carnival, también con Jessie Jones. Adore es el último tema vocal del disco y en contraste con la calidez de los otros dos, la voz está en este caso codificada con el vocoder, muy al estilo Crystal Castles. El resto del disco, puramente instrumental, alterna el ritmo pausado de temas como The Balance, con un agradable uso del teclado, con otros como por ejemplo Let Go, de sonido más grave y arrítmico, de influencias dubstep. La voz solo vuelve a aparecer de forma testimonial en forma de samples en los temas más jazz, como por ejemplo Last Night, corte muy interesante por el uso de piano y el acordeón, o 2040 con el saxo, siendo estos temas de jazz electrónico algunos de los mejores del álbum.
En resumen: Su disco mas completo, cuya mayor virtud es aunar con elegancia diversas vertientes de electrónica y que por tanto podría gustar tanto a fans de la electrónica bailable, de la experimental o de la más relajada.