Las cosas no pintaban demasiado bien para el futuro de Guapo, la banda británica formada por el percusionista Dave Smith y el guitarrista Matt Thompson. Tras tirar la toalla uno de sus fundadores (Thompson) y recientemente confirmarse que su habitual colaborador Daniel O’Sullivan (Ulver, Aethenor, Mothlite…) tampoco continuaría formando parte del proyecto, cabía la duda de si una de las bandas más brillantes que ha dado el rock progresivo en la última década iba a enterrar el hacha de guerra. La preocupación no es para menos, pues la trilogía Five Suns – Black Oni – Elixirs deja con la boca abierta desde el primer al último tema, una orgía de rock progresivo con influencias vangaurdistas, ruidismo krautrockero, jazz exremo e incluso folk pasado por un filtro de pasajes ambientales y texturas alienígenas. En definitiva, una versión salvaje e instrumental de los Magma más sicodélicos, con un punto más rítmico y krautrockero y una explosividad sónica muy personal, apoyándose sobre todo en unos teclados variados y versátiles.
History of the Visitation despeja toda posible duda, la banda no solo no ha muerto sino que vuelve con fuerzas renovadas, en esta ocasión como cuarteto: se unen el guitarrista Kavus Torabi, el bajista James Sedwards y el teclista Emmett Elvin (Chrome Hoof) para dar lugar a un disco delicioso y que roza la perfección en los poco más de 40 minutos que dura. En esta ocasión parece que la banda vuelve la mirada hacia atrás y toma un sonido más setentero y clásico, sin por ello dejar de lado la que es su característica más loable, esa habilidad casi mágica para desarrollar melodías y retorcerlas en amplios desarrollos, mutación tras mutación. Las notas giran en esta espiral de insanidad: tras la breve y ruidosa introducción de The Pilman Radiant nos esperan aún 20 minutos más de goce, cambios de ritmo y en definitiva, un arsenal de recursos que parece inagotable. Tras la misteriosa Complex #7, el álbum cierra con Tremors From The Future, un tema mucho más intenso y potente que hace el contrapunto, aunque quizá acaba demasiado pronto. Se me ocurre que un último tema más desarrollado y que no quedase tan ensombrecido por espectacular el primer acto les habría otorgado la rotundidad que en unas primeras escuchas podría uno echar en falta, aunque a la larga el conjunto acaba encajándose y entendiéndose mucho mejor.
En definitiva, su disco más directo y potente desde Five Suns, con una presencia de guitarras eléctricas a la que no nos tienen acostumbrados y que se agradece. ¿Lo peor? 40 minutos saben a nada, más teniendo en cuenta la extensión de sus anteriores discos. Poco más se les puede recriminar a Guapo, han vuelto a grabar un disco ambicioso, tremendamente bello a la vez que visceral, exagerado pero sin llegar al punto de confundir y perder irremediablemente al oyente, con un punto malsano y una imaginación fuera de serie. Ojalá sean muchos más.