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Havalina – Las Hojas Secas (2010)

El cómo descubres a una magnífica banda que lleva 6 discos en su mochila es algo realmente desconcertante. Havalina comenzaron hace más de una década, pero no fue hasta 2007 cuando se consolidó su formación como trío y el cambio de idioma al castellano.

Si por algo puede distinguirse el sonido de Havalina es por ser un pop-rock alternativo de mucha clase, lleno de matices y texturas, que sabe ser dramático sin perder la elegancia. Desierto lanza la caña con un árido riff de sabor stoner y no seremos incapaces de resistir el cebo. Una canción que va progresando con cautela, reptando elegantemente sin necesidad de recurrir estribillos. Cuando Tu Ciudad suena, ya estás atrapado. Melodías de alta cocina con un indie que suena grande sin utilizar artificios.

Poco a poco el disco fluye hacia profundidades más hipnóticas auspiciado por guitarras densas y saturadas, que progresan lentamente, y que en Síndrome de Culto nos eleven hasta místicas nieblas. El tono apesadumbrado es una constante, y el suave timbre de Manuel Cabezalí hace que cada vez te encuentres más confortable, cada vez más hundido en el sofá. Aún así la lenta y tímida Las Hojas Secas desembocará en un final muy rockero con la guitarra llorando distorsión. Ley de la Gravedad también sigue en ritmos pastosos, recurriendo a un buen solo, y hablándonos del carácter efímero de nuestra materia.

El nivel del disco no desfallece en ningún instante, aunque debemos estar preparados para seguir languideciendo al son de La Pared. Uno de mis temas favoritos, Punto de reconciliación supone un hito de pesimismo, y es continuado por Mamut con todavía mayor densidad. En la recta final Mordiente recupera la fuerza que se vislumbró en los inicios, pero Por La Noche traerá el lento crepúsculo al disco con sus letárgicos arpegios.

Sin haber escuchado anteriores trabajos puedo apostar que Las Hojas Secas es un disco realmente notorio para Havalina, una obra de rock español con gran personalidad, capaz de conectar muy rápido con el oyente, siempre y cuando éste guste de perderse en envolventes y tristes atmósferas.

Desierto
Tu Ciudad
Objetos personales
Sindrome de culto
Las hojas secas
Ley de la gravedad
La pared
Punto de Reconciliación
Mamut
Mordiente
Por la noche