So Hideous – Last Poem / First Light (2013)

So Hideous . Last Poem / First Light

Hará un año, curioseando por last.fm descubrí una banda llamada So Hideous, My Love…, que con un cortísimo EP de 4 canciones (To Clasp a Fallsen Wish with Broken Fingers) atraparon mi atención con un sonido similar a las bandas de screamo que surgieron hará unos años a la sombra de Envy y que tantos buenos discos nos han dejado: Heaven In Her Arms, Rinoa, Mahumodo, Devil Sold His Soul, etc. Estos So Hideous (recorto el nombre, ya que para el disco que nos ocupa ellos han decidido hacer lo mismo), ya con su primer EP consiguieron diferenciarse de sus bandas coetáneas a base de ir un poco más allá en cuanto a agresividad e intensidad gracias a un sonido de guitarras y de batería de influencias black metaleras, e incluyendo arreglos orquestales para envolver toda la furia escupida por el cantante en un aura de grandilocuencia rara vez vista en bandas del estilo. Un disco curioso que dejaba con ganas de saber más sobre estos chicos.

Por suerte, otra vez de casualidad, me encontré hace un mes de nuevo con la banda (esta vez en Bandcamp), que han decidido sacar un nuevo disco, de escasos 30 minutos, pero mucho más satisfactorio que To Clasp a Fallen Wish with Broken Fingers. Last Poem/First Light va más al grano que su predecesor, e integra los arreglos orquestales en las canciones reduciendo el minutaje de los interludios puramente sinfónicos. Aparte, la fusión entre el screamo tipo Envy y el black metal suena mucho más compacta, dando a la banda un sonido más maduro que en su debut.

So Hideous parece querer tirar la casa por la ventana con el disco, dándole a la mayoría de los temas un aire grandilocuente que a más de uno le puede resultar cargante, sobre todo si tenemos en cuenta que apenas conceden un respiro a la épica que impregna el disco. Las partes sinfónicas son casi omnipresentes en la segunda mitad del disco (el disco en sí parece un in crescendo de media hora), a las que se suman escandalosos coros e infinitos trémolos que parecen sacados de las guitarras de Mono. De hecho, los temas que cierran el disco (Last Poem y Glory) suenan a los Mono más enérgicos, pero acompañados de los chillidos de cantante y el doble bombo de la batería.

En Last Poem/First Light, So Hideous demuestran que han concretado mucho su apuesta sonora, y juegan todas sus cartas boca arriba: agresividad e intensidad a raudales con unos desarrollos y arreglos orquestales que imprimen a los temas una grandiosidad que en ocasiones roza lo hiperbólico. Habría que ver como funcionaría esta fórmula en un larga duración, pero de momento este Last Poem/First Light nos deja 30 minutos de lo más satisfactorios.