SuicideByStar

Hipoxia / Gangrened – Split tape (2013)

Me ha costado mucho reseñar lo nuevo de Hipoxia y Gangrened. No por las bandas, sino por el estilo practicado.  Con el doom me pasa como con el black metal: no puedo escucharlo cuando quiero. Me alegro profundamente por los que sí podáis: y os envidio más profundamente aún. Yo necesito un estado emocional muy definido, y desde luego con el buen tiempo me es harto imposible. Pero ya han llegado los fríos, las nieblas matutinas, la gelidez que sabe calar huesos. Es hora de empezarle a cantar rasgado a la Muerte. Éso, y el reciente concierto en Copernico (Madrid) de Pentagram, me han devuelto las ganas de escuchar miseria.

Hipoxia son los encargados de abrir este split con  Gangrened reality. Este mantra lisérgico de un cuarto de hora no es ni por asomo lo que recordaba haber oído en su debut del año pasado. Me ha costado dar el paso, entrar en su sonido. Pero una vez dentro todo ha ido sobre ruedas.  Los teclados del inicio me hacen pensar más en devaneos psicodélicos que en muerte por asfixia, que es una sensación que asocio más con su debut. Psicodelia y repetición hacen crecer mi incomodidad, en el buen sentido. Porque es una incomodidad que deseo. Me encanta lo desaliñado de su sonido: parece repentización, es decir, tocar a primera vista. Es como si la tocaran para mí: no suena como la clásica grabación pulida para el gran público.  Y os aseguro que no hay nada que me guste más que la sensación de exclusividad de sentirme testigo  de la primera ejecución de una obra. Es así como yo entiendo el metal: nada de grabaciones prefabricadas ni pulidas hasta el extremo. Quiero peligro. Quiero notar que un ser humano es el origen de lo que estoy oyendo. Pasados los siete minutos largos comienza lo que me enamoró de su debut: su sutil transición entre estilos. No deja de ser doom lo que adviene, pero también abraza el sludge. De verdad que encuentro delicioso lo fácil que en el minuto diez el black metal se abre paso. No sé si éso es bueno, porque quizás hable de lo tarado que pueda estar. Pero es que al igual que ocurría con su debut, la voz sirve de elemento de apoyo para este tipo de cambios de tono, y los permite de una manera muy natural y orgánica.

Y qué bien me vienen Pentagram para explicaros el sonido de los fineses Gangrened. Éste se trata de su primer lanzamiento, y la verdad es que es bastante sólido. Sigo alucinando pepinillos con la cantidad de underground interesante que brotan de esas tierras. Deben llevar siglos congelando su dolor, y nosotros ahora somos los ignorantes que nos preguntamos de dónde viene tanta intensidad.  Siempre ha estado ahí. The One That Leads The Way sienta cátedra, y  Hateahol baja un poco las revoluciones pero sube el nivel de las repeticiones.  Queda por ver si en futuras entregas deciden soltarse la melena y ofrecer cánticos más oscuros, más desordenados, más desgarradores.

En conjunto, ésta es de esas ofrendas que hace recuperar la fe en el doom actual, en caso de haberla perdido.  Se trata del lanzamiento en el que los madrileños Hipoxia avanzan en matices y lenguaje, y en el que los fineses Gangrened dan un primer y firme paso. Disfrútenlo con poca luz e intensidad.