A cada nuevo disco, The Horrors han dado un volantazo a su dirección estilística. Partiendo de su punk garajero primigenio, el grupo viró a un post-punk ochentero en Primary Colours para recalar en los terrenos psicodélicos de Skying. Rompiendo con esta tradición, Luminous se presenta no como un punto y aparte, sino como punto y seguido. Una continuación lógica de su anterior disco que profundiza en terrenos pop menos sobrecargados y en cierta medida más nostálgicos. Diez cortes en clave dream que tratan de masajear el córtex en busca de placenteras descargas de endorfinas. ¿Lo consiguen? Adentrémonos en el análisis.
Los británicos han procurado mantener en este disco una producción intencionadamente inofensiva. Sin utilizar excesiva compresión, el sonido parece muy comedido y todo encaja sin rebordes ni imperfecciones. Continúa así el tendente proceso del grupo a reducir la estridencia de su sonido, haciéndolo menos arisco al oído.
La electrónica y los sintetizadores son pieza clave del disco, permaneciendo como un esqueleto vigoroso y complejo bajo la carne de las canciones, permitiendo a las cuerdas construir su pátina sonora que aligera en reverberaciones pero que mantiene texturas propias de la nueva psicodelia y las oportunas miradas al shoegaze, aunque desde los canales más limpios en las pedaleras. A tenor de la existencia de temas mucho más interesantes como Jelous Sun, liberación de distorsión, sentencio que su nueva fórmula no obtiene el éxito que yo le demandaba.
Por su parte, las melodías vocales siguen las armonías sin esforzarse ni sudar, arrancando momentos menos memorables que en anteriores trabajos —seguramente el mejor sea la raza de I See You y Falling Star—, pero manteniendo un tono de plácida seminconsciencia, la cual sigue retrotrayéndonos a los 80 y a las frívolas composiciones de grupos del New Romance.
Si hemos de destacar las virtudes de disco, habremos de referirnos sin duda a los hipnóticos y astrales momentos de desenfreno psicodélico y trance electrónico entre los que destaca In And Out of Sight y por supuesto el tramo final de I See You, pero por lo demás el disco acaba lastrado por las oportunidades perdidas y por centrarse más en las formas que en el fondo. Aunque son capaces de hacernos disfrutar de un buen puñado de temas estoy seguro que The Horrors necesitan arriesgar más, escarbar más en sus adentros y recuperar así el nivelón de tiempos pasados.
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