Krallice – Years Past Matter (2012)

La que probablemente sea la mayor sorpresa que me he llevado este año corre a cuenta de los americanos Krallice. Sorpresa porque, aunque su música no me era desconocida, tras haber repasado su discografía en varias ocasiones no me habían conseguido atrapar lo más mínimo. Sin embargo en esta ocasión han dado completamente en el clavo: Years Past Matter, su cuarto álbum de estudio no es solo su disco más corto sino probablemente lo mejor que han grabado hasta la fecha. El peculiar sonido de Krallice, aunque parte de un black metal poco ortodoxo del que aún queda poso en la percusión y parte de las vocales, se mueve en terrenos progresivos apoyándose de forma excesiva y viciosa en trémolos infinitos. En algunas ocasiones no puedo dejar de imaginarme a ciertas bandas de math metal, como si de unos Lightning Bolt tocando sus temas (menos ruidosos) en clave de black metal se tratasen. Además, el juego de voces, unas rasgadas más propias del black metal frente a otras guturales más propias del death le dan una vidilla tremenda al asunto, aderezadas con algunos sintetizadores magistrales, especialmente en las partes más reposadas.

La principal virtud de Years Past Matter frente a sus trabajos anteriores y la monotonía que reinaba en ellos es que se trata de su disco más variado, lleno de contrastes que le dan una riqueza que hace que los temas nos llamen la atención desde la primera escucha. A esto hay que sumarle que la mayor parte delas canciones me parecen redondas: pese a los constantes cambios de ritmo y la infinitud de diferentes ideas que el cuarteto proyecta como si en vez de un disco hubiesen grabado una sesión de «brainstorming» monumental, han conseguido ordenarlas de una forma muy coherente, dirigiéndolas de forma muy acertada en la dirección que les convenía en lugar de flotar a la deriva aleatoriamente. Cierto que este orden es terriblemente complejo y en las primeras escuchas la hiperactividad desmedida de Years Past Matter puede apabullar pero a medida que interiorizas el disco todos los detalles y estructuras saltan a la luz. Además, las partes más ambientales articulan muy bien los temas, momentos de paz como el final de IIIIIIIII (tema 3º) o la breve IIIIIIIII (5º tema) en los que la banda coge carrerilla para volver a golpear furiosamente en el tema siguiente.

Como si de un buen cerdo ibérico se tratase (que Krallice me perdonen si son vegetarianos), podríamos despiezar exhaustivamente Years Past Matter y aprovechar absolutamente cada uno de los temas, a su vez cada uno con infinidad de melodías que te se te quedan grabadas y que durante las primeras 20 escuchas fui incapaces de recordar en cual de los temas estaba. No creo que haga falta hacerlo, con cada escucha descubriremos una nueva melodía o un nuevo fragmento digno e mención y no acabaríamos nunca. No obstante, que hay dos temas que merecen una mención especial, En primer lugar, IIIIIIIIII (4º tema), con una parte central a medio tiempo y un crescendo especialmente épico que pone los pelos de punta para acabar con uno de los ritmos más acelerados del disco. Por último, IIIIIIIIII (el 6º y último tema), para el cual solo se me ocurre un adjetivo que le haga justicia: ESPECTACULAR. Curiosamente el tema con menor presencia de voces, IIIIIIIIII es trepidante desde el primer momento, casi 17 minutazos de gloria que nos mantendrán en vino con el corazón a punto de saltarnos por la boca y un final de infarto que tras un parón acaba con la banda tocando en estado de trance. Una muestra de virtuosismo a la hora de componer sin igual, si alguna vez son capaces de igualar el cierre del disco se pueden dar con un canto en los dientes.

En definitiva, no daba nada por ellos a estas alturas y se han sacado de debajo de la manga un disco extremadamente entretenido y divertido hasta el punto de llegar a ser adictivo. Complejísimo, excesivo y de muy difícil digestión, no es de extrañar que el afán de determinadas bandas que no merece la pena nombrar haya sido copiar al máximo su propuesta. Esperemos que Years Past Matter no sea un evento aislado y vuelvan a sorprender. La verdad es que lo tienen complicado.

Nota: 9

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