Le Noise – Neil Young (2011)

El octeto vasco que ganó el Concurso Villa de Bilbao 2007 y que debutó con El Camino A Casa, continúa pasados 5 años con Young Neil —devolviéndole el honor al rockero que tituló a su decimotercer disco Le Noise—, con un resultado más que notable, superando incluso las expectativas que algunos teníamos en ellos.

Si ya entonces su música sentía las querencias por el western, tanto en el plano musical como en el cinéfilo—ahí estaban las citas al clásico La Noche del Cazador, o esa patente veneración por las bandas sonoras de Morricone—; en este segundo disco no solo evocan sino que son capaces de sumergirse dentro de esa realidad, adquiriendo una autenticidad realmente mística y profunda.

Aunque su música tiene una gran faceta instrumental, con desarrollos progresivos cocinados a fuego lento sobre la que destacan audaces líneas de trompetas y melódicas como en Last Tale of Skinny Stevens o en Morena, la voz grave y sugerente de Iñaki es un elemento imprescindible del conjunto, que aporta un toque muy característico y hace creíble esta película de hombres temerarios, venganzas y pasiones.

Si bien en muchos casos son las guitarras tirando de slide las que aportan el aura tejana, los instrumentos de viento y el piano juegan su principal baza en las canciones más introspectivas, destacando la enorme balada You que —como no podía ser de otro modo—, desemboca de forma álgida y contundente. En esta línea compositiva encontramos momentos de suma belleza, donde los violines toman protagonismo, como en el tema Audry, donde coquetean con un post-rock de corte bucólico.

Contando con tantos instrumentistas el grupo consigue una enorme fuerza, no obstante Le Noise saben seducirte sin apabullar, conservando la tensión y sumando los aportes de sus componentes de forma bastante inteligente. Ahí tenemos el pulso y los diálogos entre los instrumentos de Matemático, tema donde —extrañamente— me recuerdan a Murder By Death, o el tema más hipnótico del disco, la impresionante The Indian Song, donde los vascos nos inducen a hablar con los espíritus entre volutas de humo al interior de una tienda de nativos americanos.

Queda patente que los cinco años de espera han merecido la pena: la experiencia ha sentado de maravilla a los bilbaínos y les ha ampliado su ya previamente rica paleta de estilos. Le Noise han salido ganando sin necesidad de duelos, y han demostrado que a pesar de haber nacido a miles de millas de distancia, han materializado de forma sublime la esencia más pura del western.