Ante un público que empezaba a arrimarse al escenario dio comienzo a la noche Ainara LeGardon en solitario, guitarra al hombro, dando forma a temas de carácter sencillo, casi minimalista, que atrapan y te mantienen en vilo. Si bien se echó en falta la profundidad que estar arropada por una banda confiere a sus temas en directo, no por ello decepciona y da a las canciones un halo de intimismo que sorprende, incluso en los momentos más eléctricos. Una buena forma de comenzar la velada, haciendo de contrapunto con sus canciones reposadas a la barbarie que daría comienzo poco después.
Lisabö, por su parte, dieron un concierto para no olvidar. O para olvidar, y digo esto último porque después de esta demostración de poder sobre un escenario, cualquier otra cosa sabe a poco. Entregados desde el primer segundo, desplegaron una sonoridad árida y contundente, visceral y eléctrica, sin por ello renunciar a los matices más sutiles. Emocionan en directo con un sonido impactantemente nítido, llegando a unos niveles de intensidad que en muy pocas otras bandas he escuchado. Con una sala Moby Dick hasta los topes, el sexteto vasco se ganó al público desde los primeros compases de Gordintasunaren Otordu Luzea, tema que eligieron para abrir en la que fue la presentación en tierras madrileñas de su increíble último trabajo, Animalia Lotsatuen Putzua. Y es que a lo largo de la casi hora y veinte minutos que tocaron, el nivel no solo no bajó ni un solo segundo sino que aumentó en el tramo final.
El grueso del concierto se centró en este último trabajo, del cual tocaron cinco de los 6 temas que lo componen. Esta renovada faceta de su sonido, más chirriante, mecánico y onírico que nunca, funciona sobre un escenario de maravilla: los temas se vuelven más abrasívos y monolíticos, una patada sonora en la cara difícil de esquivar. La percusión a dos baterías confiere una base rítmica brutal e hipnótica, aplastante y casi industrial sobre la que las guitarras escupen fuego y ruido sin ningún tipo de piedad. No faltaron tampoco un par de temas más variados y cargados de cambios de intensidad del Ezlekuak e incluso Hemen Naiz Ez Geldizeko Baina del ya lejano Ezarian, para terminar con la caótica y desfasada Deliberazioa.
Y pese al esfuerzo que debe costar dar un concierto de esta categoría, les sobró tiempo para dejar caer detalles inmensos, como fueron las menciones a Carne Cruda (programa muy recomendable de Radio 3 dirigido por Javier Gallego); a Martxel Mariskal, poeta y artífice de las magníficas letras de la banda desde Ezlekuak, con una escritura urbana y emotiva, casi automática; y a toda la gente que pacientemente esperaba la llegada del vinilo de su último trabajo, que ha sufrido retrasos desde hace un par de meses. Detalles como también fueron bajar a cantar entre el público, el cierre con Deliberazioa en el que «obligaron» a dos completos desconocidos a subirse al escenario a lacerar dos guitarras y sobre todo la sinceridad que desprenden, que acompañada de la magistral calidad de su directo los convierte en una banda indispensable a día de hoy.
Sencillamente, nadie les hace sombra.
Oroimenik Gabeko Filma
Hemen Naiz Ez Geldizeko Baina
Alderantzizko Magia
1215. Katean
Ezereza Mugak
Ez Zaitut Somatu Iristen
Oinazearen Intimitatea
Zer Egiteko Gai Gara?
Hazi Eskukada I
Deliberazioa