Lo nuevo de Long Distance Calling es uno de los discos que esperaba con más ganas para este año pues su Avoid The Light y su split con Leech me dejaron muy buen sabor de boca, convirtiéndose en uno de los grupos que más han durado en mi reproductor. Long Distance Calling es además el nombre de esta nueva composición la cual nos ha dejado claro desde su primera escucha que los alemanes han decidido evolucionar su sonido.
El principal aspecto que deberíamos destacar de su trabajo homónimo es que han subido un escalón más en el nivel de progresividad, consiguiendo un sonido menos directo y más envolvente. También se debe apuntar que nos encontramos ante un disco temático. Los propios músicos comentaron que con este disco querían transmitir la idea de que «solo somos una pequeña parte de este universo que crece sin fin» . Gracias a esto algunos temas han adquirido un aire bastante psicodélico, quedando patente en el segundo corte, The Figrin D’an Boogie, que fue el primer adelanto del disco. En referencia a ello, decir que el trabajo de electrónica en el disco vuelve a ser bastante discreto, aunque efectivo. En consecuencia, tenemos un trabajo más profundo y con muchos más contrastes y detalles que su antecesor Avoid The Light.
Al analizarlo más detenidamente, comprobaremos que cada instrumento ha variado ligeramente su sonido y estilo, por ejemplo, nos encontramos en ocasiones con un bajo (muy presente siempre en este grupo) tipo jazz y unas guitarras que se han vuelto más melódicas y menos rítmicas que antes. Esta última característica, la de las guitarras, es la que más ha cambiado el rumbo del grupo, consiguiendo una unión perfecta entre rock, metal y progresividad.
El comienzo con Into The Black Wide Open es el ideal para un disco de estas características. En él ya observaremos la reiteración de compases, su evolución y los intensos desenlaces a los que acostumbra este grupo. Quizás algunos echen en falta un poco de caña, o más concretamente su cara más metalera, en tal caso, Arecibo es el tema que más gira en torno a ese lado más agresivo del grupo pues rompe con el desarrollo del resto del disco en el momento justo, encontrándonos con unos riffs de guitarra bastante potentes. Este tema conectará con Middleville, donde notaremos la colaboración de John Bush, ex-vocalista de Anthrax y actual de Armored Saint, dándole un curioso aspecto a la canción. EL grupo vuelve a hacer uso de un vocalista para una de sus composiciones, como ya hizo anteriormente con Jonas Renske (a pesar de funcionar a la perfección sin voz). Como tema favorito, me quedaría con Invisible Giants, ya que su constante cambio de intensidad, composiciones y su variedad rítmica consiguen que no pierdas detalle en toda su duración (épico a partir del minuto 4:20). Otro tema como Timebeds mantiene un nivel de intensidad bastante más lineal, aunque con muy buenos momentos.
Como opinión personal diré que el disco me ha atrapado por completo. Si Avoid The Light tiene un sonido directo y en el que encajas desde el principio, con este homónimo es al contrario, las sucesivas escuchas hacen que te prendas cada vez más de cada tema y percibas sus detalles poco a poco. En conclusión, me parece un trabajo espléndido que me calará hondo en este 2011.
Into The Black Wide Open
The Figrin D’an Boogie
Invisible Giants
Timebends
Arecibo (Long Distance Calling)
Middleville
Beyond The Void