Aquí tenéis la primera parte de la lista, la correspondiente del puesto 30 al 21. Ahora seguimos con el segundo tramo de nuestros Tops 2017.
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20
Godflesh
Post Self
Ahora sí, podemos decir que Godflesh por fin han vuelto. Después del anodino A World Lit Only By Fire, parece que Justin se ha tomado en serio lo que supone revivir un nombre tan importante como este, y con Post Self se ha quitado esos ‘complejos’ de encima, dando un repaso a toda su herencia sin centrarse en una etapa concreta. El resultado es un espectacular trabajo de metal industrial con ecos dub y a los primeros trabajos de Jesu, pero con la suficiente inteligencia para no caer en la trampa de la falsa nostalgia.
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19
Kelly Lee Owens
Kelly Lee Owens
Cuando la electrónica parece uno de los estilos musicales que más rápidamente avanza hacia la vanguardia, es fácil encontrar que subestilos ya añejos como el techno no se vean acomplejados. No es el caso de esta galesa que, con su álbum de debut nos hipnotiza con beats danzarines y atmósfera evocadora, catapultada por su seductora y dulce voz. Solo hay que dejarse llevar, cerrar los ojos, y ya estaremos bailando freestyle sobre un mantra que nos dice no parar.
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18
Wolves In The Throne Room
Thrice Woven
Después del sintético y ambiental Celestite, Wolves In The Throne Room vuelven a recuperar el black-metal atmosférico que les sirvió para emerger como el proyecto más recocible dentro de la escena cascadiana. En Thrice Woven retornan los pasajes más iracundos, espídicos y épicos, cargados de riffs inapelables y a la vez melódicos, pero a la vez, piezas de largo desarrollo con evocadoras letanías que cogen prestados elementos del folk y la tradicional musical pagana.
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17
Igorrr
Savage Sinusoid
Gautier Serre ha conseguido por fin con Igorrr dar la razón a quienes no ven tanta diferencia entre el metal extremo y la electrónica más pasada de vueltas. Bajando la proporción de glitches y experimentación de otros trabajos, y vertiendo la barrica de metal más digestible, Savage Sinusoid consigue dar a los fans del metal elementos descifrables y disfrutables a partes iguales, que ponen un contrapunto al magistral trabajo vocal de Laurent Lunoir y sobretodo de Laure Le Prunenec, pilar fundamental en los espectáculos en directo.
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16
Kelela
Take Me Apart
Con este album debut, Kelela ha conseguido terminar de definir un estilo en constante cambio que venía practicando en sus diferentes mixtapes y Eps. Añadiendo capa tras capa a su sonido, consigue dar una visión futurista y sesuda del R&B y el pop, que se amoldan perfectamente a su elegante estilo vocal. Añadiendo a la fórmula la colaboración de sospechosos habituales como Arca, tenemos delante una alumna aventajada de Björk que sabe expandir con estilo todo lo aprendido en las clases de pop experimental.
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15
Afghan Whigs
In Spades
Se les podrá acusar de intensitos, pero no cabe duda que la banda comandada por Greg Dulli está en un envidiable estado de forma. In Spades ha sabido combinar a la perfección el sonido clásico del grupo con un toque moderno en forma de arreglos más actuales, algo que ya habían probado con Do The Beast, pero que aquí han sabido concretar mucho mejor, alejando además el fantasma de The Twilight Singers.
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14
Gold
Optimist
Los holandeses son uno de los grupos que mejor han sabido plasmar con música este caótico siglo XXI. Al igual que su anterior referencia, Optimist es un trabajo de largo recorrido al que cuesta acceder y necesita bastante de nuestra parte para poder entrar en el. Pero una vez se supera esa barrera de barroquismo sónico, descubrimos grandes canciones de pegadizos estribillos que son fieles fotografías del cruel posmodernismo que parece gobernarlo todo hoy día.
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13
Mutoid Man
War Moans
Stephen Brodsky tiene un talento increíble, poco reconocido dentro el mundo del metal. En War Moans sigue explotando su faceta más ortodoxa, inspirándose en los clásicos del género pero sin caer en la parodia o el tributo. Canciones cortas pero redondas en las que el power-trío despacha como una metralleta riffs, fills, estribillos ganadores e intensas estructuras rítmicas. El headbanger más intenso y directo a la vena del año.
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12
Ulver
The Assassination of Julius Caesar
Los cambios estilísticos no son una novedad en una banda como Ulver, y son prácticamente asumibles por su larga estela de fans. Y aun así siguen sorprendiendo con este giro al synth pop ochentero de cuero y gomina. Quizá choque como uno de los grupos con más capacidad para rozar la complejidad más absoluta se lance a crear canciones pop de cuatro acordes, cuatro minutos y cuatro estribillos (con temática Romana) que no puedes sacarte de la cabeza.
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11
Godspeed You! Black Emperor
Luciferian Towers
Aunque la carrera de GY!BE roza lo impecable, en sus últimos trabajos se echaba en falta cierto arrojo de seguir evolucionando su música. Por suerte con este Luciferian Towers parece que la banda ha querido dejar atrás las manidas estructuras post-rockeras y los extensos drones para crear temas más difusos e impredecibles (y por tanto, más interesantes), que se vertebran en dos trípticos crepusculares de sonido extrañamente optimista. Menos furiosos en el continente que en el contenido, GY!BE vuelven a demostrar que si alguien puede hacer un himno para una utopía en la que no haya estados son ellos.