SuicideByStar

Los Mejores Discos Nacionales de 2017: Del 10 al 1

Pasado ya el top internacional, pasamos a repasar los que son en nuestro opinión los mejores discos que han salido en 2017 en España.

10

Nathy Peluso

Esmeralda

En la mochila de Nathy Peluso, además de su origen argentino, se pueden ver las mil y una influencias musicales que hacen que su rap destaque entre la multitud de propuestas adoninas de hip hop y trap actual. Sus producciones oníricas son el colchón perfecto para su rapeo lánguido, capaz de crear imágenes potentes con el mínimo de revoluciones, chilling desnuda cortando sandía.

9

Altarage

Endinghent

El grupo de encapuchados anónimos regresan con Endinghent, un segundo disco en el que, si bien cualquier movimiento hacia adelante desde su debut Nihl (2015) es espejismo, al menos no falla en entregar media hora larga de black y death metal desenfrenado, riffs gordos como campanos y voces salidas del frio abismo interestelar. A la atmósfera de caos controlado se le suma una producción totalmente pristina en todos los instrumentos pero no por ello sacrificando un ápice de potencia. Altarage no son precisamente el grupo más variado teniendo en cuenta que casi todas las canciones se mueven más o menos a la misma (máxima) velocidad y trabajan sobre ideas y ambientes similares, pero Endinghent es una avalancha sónica que te pasará por encima sin piedad, y te dejará con ganas de pulsar el botón de play una vez más.

8

JASSS

Weightless

Este Weightless, producto del buen saber hacer de Silvia Jiménez, es sin duda uno de los mejores trabajos de electrónica del año a nivel nacional. Sobre unos sólidos raíles de EBM e industrial, JASSS nos propone un viaje con paradas en la vertiente más machacona y repetitiva del genéro, pasando por estructuras y samplers de jazz e incluso influencias de la música africana. Entre drones, bombos acolchados y melodías descacharradas, es obligatorio no dejar pasar este tren.

7

Miguel Grimaldo

Entropía

Nuestra predilección por Urano Players no es nueva: nos encanta su aproximación al hip-hop mediante bases etéreas y espaciales, letras de carácter elevado y referencias a todo tipo de figuras de diversos elementos artísticos y culturales ajenos al rap. Miguel Grimaldo recrea la versión más callejera y urbana del sonido que propone el colectivo, siendo este Entropía la sublimación de su sonido, tal como lo fue Cosmonautica para Erik Urano hace unos 3 años.

6

Los Planetas

Zona Temporalmente Autónoma

Los Planetas funcionan como las grandes leyendas de la música popular: tienen bula para hacer los experimentos que quieran pero saben de vez en cuando aflojar sus intereses para darle al fandom lo que quiere. Está claro que Los Planetas no van a volver a hacer himnos intergeneracionales como Cumpleaños Total, pero parece que en este último disco aflojan un poco con la psicodelia y su reinterpretación del folclore andaluz para dar lugar temas con un sonido más habitual para el fan medio de la banda. Lo bonito de Zona Temporalmente Autónoma es que el equilibrio entre todas las caras de Los Planetas es casi perfecta: hay etérea psicodelia flamenca, hay pop sin complicaciones, hay noise pop que roza el cliché, hay anticapitalismo de brocha gorda, hay historias de desamor dibujadas con palabras sencillas y hay interpretaciones de textos tradicionales. Y de paso se apropian de 27/Ready pa’ morir de Yung Beef para hacerla suya en ese hit que es Islamabad. Todo bien.

5

Atavismo

Inerte

El segundo larga duración de Atavismo nos ha confirmado claramente que la calidad mostrada en su debut – Desintegración, publicado en 2014 – no era casualidad. Y no sólo por el sólido bagaje de sus miembros, también por esa aproximación tan honesta al rock psicodélico y progresivo, que hunde sus raíces en la herencia de mitos como Triana, del que hacen gala. Inerte es una joya que no debe pasar desapercibida para los amantes de estos sonidos ni para los del rock en general.

4

Exquirla

Para Quienes Aún Viven

Toundra y Paco Contreras clavan una nueva pica histórica en la alianza del rock y el flamenco. De los primeros nos quedamos con las ya conocidas virtudes existentes hasta la fecha, de El Niño de Elche nos llevamos la sorpresa de la vuelta de tuerca en fuerza y coraje. Todo ello queda engarzado en el hilo conductor de “La Marcha de los 150.000.000”, poema de Enrique Falcó donde nos hablan las voces aplastadas por la sinrazón de la guerra. En ese barro de dolor y horrores la épica del flamenco y el post-rock se vuelve aún más intensa, prácticamente escalofriante en temas como Hijos de la Rabia.

3

Maria Arnal i Marcel Bagés

45 cerebros y un corazón

Hace un par de años que Maria Arnal i Marcel Bagés están dando que hablar por su aproximación al folclore y la cultura que une a Catalunya y Valencia. No solo por sus adaptaciones musicales de poemas de Joan Brossa y Vicent Andrés Estellés, o las versiones de Ovidi Montllor y Las Víctimas Civiles, sino también por sus composiciones propias, tan descarnadas como bellas. El resultado es este mágico debut, un disco de letras telúricas y arreglos que van del preciosismo minimalista del folk al desgarro del ruido y el rock, todo ello gobernado por la espectacular voz de Maria Arnal.

2

Rosalía

Los Ángeles

Alrededor de una temática mortuoria, universal como los sentimientos, Los Ángeles lleva cantes antiguos al ruedo donde se debaten las tendencias modernas. Importante capote es el que ofrece Raül Refree, que moldea los palos al gusto, haciéndolos más aptos al formato generalista, pero sin quitar protagonismo a la impresionante voz de Rosalía. Serena, límpida, académica y técnicamente impecable, la barcelonesa nos podría romper el alma solo con un quiebro de su voz. Su juventud es aún otra de las mayores sorpresas y hasta la crítica internacional parece interesada en su arte. Hay que celebrar que el flamenco vuelva a ganar neófitos.

1

Bala

Lume

El segundo disco de Bala se llama Lume (fuego en gallego) por razones más que obvias: en poco más de 20 minutos arrasan con todo. Paralelismos con incendios aparte, si el debut con Human Flesh apuntaba maneras, con este segundo trabajo el dúo – formado por Anxela Baltar y Violeta Mosquera – da un paso adelante de forma tangencial. Más agresivas y más potentes, las canciones de Lume rebosan riffs partecuellos, te pasan por encima y luego dan marcha atrás para volver a atropellarte de nuevo.