Ya hablamos aquí de refilón del proyecto de David Cordero (Úrsula), Pedro Román (Tentudia, MonkeyPriest) y Francisco López, Knockturne Records, que tiene como objetivo editar todo tipo de experiméntos sónicos en formátos atípicos como puede ser el cassette. El quinto lanzamiento de este pequeño sello discográfico es la carta de presentación de los sevillanos Malheur, integrados por Juan G. Acosta (guitarra), Manuel Montenegro (batería) y Juan Miguel Martín (bajo eléctrico). Bajo este formato de trío clásico nace Dulcia Cum Amaris, grabado en una sola sesión en directo a modo de improvisación.
El lento redoble de tambor con el que abre Die Bestellung dará paso a unos acordes difuminados y ensoñadores que crecen tejiendo un sonido onírico y adictivo. Ya metidos de lleno en Chupete-Fly queda claro que el trío se mueve muy cómodo en un sonido jazz improvisado que nos recuerda mucho al registro del señor John Zorn pero sobre todo a su habitual colaborador Marc Ribot (que también ha dado rienda suelta a sus habilidades bajo el mando de otro de los grandes, Tom Waits, entre otras muchas cosas), con ese deje a la hora de tocar, muy ruidoso y versátil, tan pronto acomodándose en registros más melódicos como explotando de forma visceral en ramalazos más sudorosos cargados de disonancia. A lo largo de todo el disco la banda conjura con gran acierto una tensión creciente que nunca termina de desatarse sin tampoco deshacerse del todo, siempre haciéndonos sentir amenazados por un bajo repetitivo que ataca rítmicamente mientras la guitarra, libre e imaginativa desata la psicodelia eléctrica, como en la estruendosa El patio de los Callaos, una de las piezas más interesantes.
Los 40 minutos que dura Dulcia Cum Amaris se pasan rápido, aunque por desgracia la variedad no es su baza más fuerte: el disco suena compacto, en ocasiones demasiado, pese a la bien elegida corta duración. Sí que es cierto que la repetición hipnótica de determinados pasajes y la hiperactiva guitarra, constantemente retorciéndose y gimiendo generan algunos fragmentos que funcionan muy bien pero también se dan unos pocos en los que se pierde parcialmente el interés por las composiciones. Es posible que esto se deba a las limitaciones de ser un trío dentro de un estilo en el que se vive a la sombra de gente con tantísimos años de carrera y buen hacer como los ya citados. Pese a todo esto, estoy convencido de que muchos de los temas funcionarán mucho mejor sobre un escenario que en el estudio, o en cuanto se les de un enfoque mucho más extremo con contrastes más bruscos y algo más de ritmo. Por último, quisiera también destacar que el tema con las que probablemente sean las melodías más interesantes y evocadoras del disco, Die Bestellung, quedan un poco desaprovechadas en forma de una introducción tan corta como bella.
En definitiva, se agradece el valor de una propuesta que, pese a sus aciertos y a algún que otro fallo, sale airosa con un balance positivo y algún par de destellos en los que la banda parece que va a brillar aunque se quede a las puertas. Creo que en el futuro les va a hacer falta un sonido un poco más de definido y personal si quieren desmarcarse del resto de proyectos con un sonido parecido, pues es posible que pasen desapercibidos bajo la alargada sombra del brutal catálogo de Tzadik Records. Siendo su primer disco, de momento no me preocupa en exceso.
El disco se compra a través de la web de Knockturne Records.