Manchester Orchestra – Simple Math (2011)

Hace dos años que los americanos Manchester Orchestra nos sorprendieron con un genial Mean Everything To Nothing; y ahora regresan con Simple Math, un disco que a primera escucha desvela un cambio de personalidad bastante significativo. Si anteriormente podíamos encajarlos en algún lugar donde terminaba el post-hardcore y empezaba el pop-rock, con un equilibrio bastante adictivo de temas abrasivos y otros capaces de ablandarte el corazón, la banda de Atlanta ha evolucionado hacia terrenos más rockeros y melancólicos, y apostando sin titubeos por el uso intensivo de arreglos orquestales, principalmente instrumentos de cuerda.

Los medios tiempos dominan —de hecho el disco abre con una introvertida balada—, pero se mantiene un aire rockero bastante tradicional, que trata de alcanzar cimas más épicas a base de violines, como sucede en Mighty o Pale Black Eye, de forma bastante efectiva. Sólo un tema, April Fool, consigue llegar al nivel de rock contundente, rescatando el perdido registro rasgado-desquiciado del cantante. Pensacola, otro de los mejores temas, pone la cara más popera y desenfadada. Ese toque más veraniego se consigue gracias por la utilización de vientos. Como alicientes tenemos otra buena intervención del bajista y un final de coros y de voces dobladas bastante intenso.

Hasta la primera mitad del álbum los temas contienen una calidad notable, pero no se puede afirmar que haya ninguno con tanta pegada como había en su anterior trabajo. El toque melancólico se sigue haciendo fuerte, y tras Simple Math y Virgin —arropado por un nutrido coro de niños— el disco queda lastrado por la falta de gancho y por hacerse bastante plano.

Aunque Manchester Orchestra han demostrado que tienen personalidad y encanto para dar y regalar, parece que la maduración les ha venido demasiado prematura, y los temas no consiguen mantener de forma constante una calidad suficiente para auparlos al siguiente nivel donde ya habían apuntado con Mean Everything To Nothing.