Mientras que los medios de comunicación y los mecanismos de la moribunda industria discográfica se empeñan por construir palestras y muestrarios de talentos para un público cómodo y receptivo cual bebé en espera de la cucharada de potito, e incluso reforzando dicho producto a base de exprimir los fundamentos de la competencia —utilizan incluso la palabra batalla—, el talento de los artistas a las que solo les mueve el trabajo y no se hacen cruces por ser descartadas de una audición, sigue estando ahí afuera.
Aunque ya había escuchado anteriormente a Amaya López-C por sus colaboraciones con Tenpel, desde el primer momento que escuché 50 Cent Soul supe que me había topado de frente con un diamante. La simbiosis entre sus dedos —que parecen ser parte del mismo piano— y su voz cálida y vibrante son el pincel con la que se dibujan unas composiciones que, a pesar de beber del jazz o mejor dicho de una visión contemporánea basada en expresarlo a través del rock sin utilizar el rock (teniendo como referentes a Fiona Apple o incluso The Dresden Dolls), son realmente originales y personales. Tan pronto nos sorprenden cambios de ritmo con una elegancia suprema (You Go Girl!), como se exploran recovecos oscuros y poco frecuentados (How To Say No) y se coquetea con los ritmos del swing (Absinthe My Love) o aromas latinos (A Fox Tale).
50 Cent Soul es posiblemente la pieza más empática del disco, la mejor expresión de esa combinación de dulzor y amargor de Maud The Moth, que queda magistralmente redondeada por rotundos ritmos de batería de Robert Green y el contraste del contrabajo de Cecilia Tallo.
La parte más sombría, o quizás dramática, la encontramos en As If In The Fall Of Trust, la emocionante Ford Suite, pero es en el bellamente tenso The Real Nature of… o en o en el acústico Wanna Live In A Trailer donde queda desnuda y visible a la luz del día la prodigiosa voz de Amaya.
Complejo, intenso, cargado de emociones revueltas como un río embravecido, pero a la vez coherente y natural, Home Futile Home es toda una revelación para mí pero ningún fruto caído de un árbol para Maud The Moth. Posiblemente nadie llegue a él a través de los medios masivos, pero aquellos agraciados que lo hagan lo escucharán y lo reconocerán al instante: talento.
Desde su bandcamp, el cual enlazamos a continuación, podéis adquirir su disco de forma gratuita.
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