Ahora me toca recomendar el que hasta el momento me parece el mejor disco del año. De Moving Mountains había oído algunos temas sueltos de sus EPs, el Pneuma bastante por encima y digamos que no me calaron demasiado y no guardo apenas recuerdo de este grupo, ni bueno ni malo. Me decidí a hincarle el diente a su nueva obra, Waves, con la idea recogida de varios foreros que ya comentaron que su sonido había cambiado. No tenía nada que perder y sus anteriores discos no me iban a influir en su valoración, y así comenzó todo.
Todos conocerán al grupo por su post-rock con ciertos aires alternativos, una banda que ofrecía algo distinto y con lo que cosechó gran cantidad de seguidores. En mi caso, yo me he hecho de los Moving Mountains del Waves, su disco para este año, que me tiene atrapado de principio a fin y del que trataré de describir sus sensaciones.
Parece que la idea del grupo ahora gira en torno a un rock alternativo adornado por sus toques post-rock en momentos puntuales, más sutiles de lo que me pareció en sus otras composiciones, para mí ha sido un punto a favor ya que opino que el post-rock puede aportar cosas muy interesantes a otros géneros y debe expandir sus fronteras. El disco fluye como un río desde su nacimiento hasta su fin, por pasajes más tranquilos y minimalistas, por otros más acelerados y frenéticos… en ocasiones encontraremos guitarras acústicas, en otros momentos aparecerán elementos que aportan un magnífico efecto sinfónico gracias a unos violines que reforzarán la parte más emotiva del grupo, siendo este uno de sus puntos más fuertes. Si algo consigue esta obra es hacerte despertar distintas sensaciones.
A medio camino a veces entre el emo y el screamo, pero sin llegar a parecerse del todo a grupos como Devil Sold His Sould, aunque también tendremos gritos y momentos de desesperación y rabia, muy bien llevados durante todo el disco y sin abusar de ellos. Pero es en los momentos donde el ritmo acelera cuando más intensidad gana el disco, en este sentido, le he encontrado un gran parecido al Corea de Día de Furia.
Cabe destacar la gran voz melódica de Gregory Dunn, guitarrista y cantante principal de esta banda, autor también de sus letras, una de las partes mejor compuestas en este disco y que cobran un protagonismo especial, tanto por parte de su voz principal como por parte de Frank Graniero o Mitchell Lee, guitarra y bajista respectivamente de Moving Mountains, que también participan con coros y voces rasgadas. Nicholas Pizzolato completa este cuarteto y se encarga de una batería que suena bastante bien y que hace pensar en el gran espectáculo que debe ser verlos en directo. En general me merece una gran admiración el trabajo realizado por este grupo en Waves, por su gran coordinación y su desparpajo para moverse entre distintas sensaciones, consiguiendo transmitir al oyente lo que realmente quieren.
Destacaría todos los temas del disco, los más pegadizos, los relajados, los más movidos… en Waves hay momento para todo y escucharlo entero es una delicia, sobre todo si nos dejamos llevar por la gran voz de Gregory Dunn y nos movemos al ritmo que marcan el resto de componentes. No os permitáis no oír el disco.