Muchas ganas tenía de ver a los estadounidenses Murder By Death. Si bien su último disco Bitter Drink, Bitter Moon no me parece precisamente el mejor de su discografía, la verdad es que soy seguidor de su carrera desde sus inicios con Like The Exorcist, But More Breakdancing —del que ya poco se acuerdan pues no tocaron ni un tema— y no tuve oportunidad de verlos en su anterior visita a Madrid en 2010, precisamente en el mismo local donde actuarían ahora, La Boite.
Con una afluencia moderada —una especie de lunes-jueves en la capital en vísperas de San Isidro— y un sonido algo mediocre —todo hubiera mejorado bajando un poco el volumen general y específicamente el de la batería, que sonaba demasiado avasalladora—, Murder By Death comenzaron el concierto con Kentucky Bourbon + As Long As There Is Whiskey In The World de una forma suave que fue ganando enteros durante su desarrollo. El repertorio estuvo muy basado en los temas más modernos, siendo más de la mitad de las canciones de su último disco o bien del anterior Good Morning, Magpie.
El grupo tuvo una ejecución impecable: Sarah Balliet, corazón del grupo, impresionante al chelo —ya desde primeras nos dejó solos que me dejaron con la boca abierta—; Matt Strong, el hombre tranquilo al bajo; Dagan Thogerson, que demostró ser un baterista tremendamente dinámico y nada convencional; Adam Turla, vocalista y guitarrista con un actitud entregada —no sabemos de dónde saca ese grave vozarrón ese hombre menudo—, y el ex-Okkervil River Scott Barrett encargado de los teclados, la mandolina y la trompeta —esta última en On The Dark Streets Below—.
Como comentaba cayó casi la primera mitad del último disco, que como punto fuerte tiene que es muy variado. My Hill es la demostración de que el grupo ganaría mucho si sigue explorando en sus raíces folk y más oscuras, Lost River destacó por su curiosa instrumentación post-rock que me recuerda a Efterklang y Straing To The Sun es un temazo de rock con una línea de bajo aplastante que funciona fenomenal en directo. No Oath, No Spell (en los bises) aportó el tono más nostálgico y por el contrario I Came Around y The Curse of Elkhart el más festivo. En cuanto a Good Morning, Magpie también cayeron Foxglove y King of the Gutters, Prince of Dogs.
Al ecuador del concierto fueron llegando los clásicos imperdonables: Rum Brave, Fuego!, Steal Away, por supuesto I Comin’ Home y el circense Ball and Chain de Red of Tooth and Claw, Shiola y Brother de In Bocca Al Lupo, y mi tema preferido del grupo Until Morale Improves, The Beatings Will Continue el único tema rescatado de Who Will Survive and What Will Be Left of Them? Llegando al final grupo reservó una de las versiones que el grupo ha grabado recientemente con financiación Kickstarter, Never Tear Apart de INXS. Ya en los bises, el emotivo e intenso Spring Break 1899 que redondeó un concierto tremendamente agradable, cálido y divertido.
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