Con más de diez años de carrera a sus espaldas, Murder By Death se han consolidado como un viejo árbol en el desierto: firmemente enraizado por sus cinco discos previos y alejado a kilómetros de los especímenes más parecidos.
Aunque tratar de catalogarles nunca podrá dar resultados eficaces, Bitter Drink, Bitter Moon es otro paso más en ese proceso evolutivo que les ha llevado a enriquecer su country alternativo primigenio para recaer en una especie de rock sureño gótico. Una combinación musical que además de dar protagonismo al cello, ha dado pie a multitud de instrumentos clásicos —gracias a la incorporación de un quinto miembro en el grupo, Scott Brackett—, creando la banda sonora perfecta para materializar sus evocativas historias de misteriosos sucesos y extraños personajes en algún pacífico pueblo de los yermos del medio oeste americano.
Bitter Drink, Bitter Moon puede ser el disco menos cohesionado de los de Indiana, pero tiene un buen puñado de hits que realzan el conjunto. Es difícil no quedar prendido de temas que aúnan la potencia del rock’n’roll y el más rancio tradicionalismo folk como Straight To The Sun o Ramblin’, posiblemente los de mayor gancho junto a The Curse of Elkhart, un tema que goza de un golferío propio de una troupe trotamundos y que refuerza el carácter multinstrumental del disco. Toda una fiesta si el grupo decide llevarlo al directo.
Vistas estas referencias, concluyo que el problema del disco no es la falta de hits, si no quizás las subidas y bajadas de intensidad que nos llevan como menopáusica por rastrojo. Temas notables como I Came Around o el rápido Hard World tienen la dura misión de reanimarnos de otros cortes folkies más convencionales e insulsos como No Oath No Spell o Ditch Lilly, que no consiguen involucrarnos de lleno en la faceta más triste y nocturna del cierre del disco, quizás demasiado gris.
Murder By Death continúan sacando el lado romántico a su anacrónico rock americano, en este caso con algunos altibajos en la inspiración, Más que un trago amargo como indica el título, nos dejan una cerveza de excelente calidad pero algo aguada.