Norma Jean – Wrongdoers (2013)

wrongdoers

Solo un disco así podría despertarme de mi letargo. Norma Jean, un grupo que no vamos a presentar a estas alturas ha editado Wrongdoers, el que para mí es su trabajo más serio hasta la fecha. Uno de esos discos que atrapan, de esos que se dejan querer con el tiempo, una obra que despedazar poquito a poco.

Ante todo, llama la atención como la banda parece no volver a casarse con ningún género en concreto, canción tras canción es una muestra más de cómo Norma Jean huyen de querer encorsetarse en cualquier etiqueta. Tirando de explosividad, épica, caos y además un cierto aire progresivo añadido a su sonido logran componer un disco bastante variopinto y distinto.

Si queremos comparar este trabajo con sus predecesores, podríamos decir que todo suena mucho más grave y pesado, además de que los estribillos melódicos se muestran mejor cohesionados con el resto de instrumentos, resultan mucho más efectivos. Este último punto a mi modo de ver un verdadero acierto. En Meridional nos encontramos un gran disco, más directo, pero que a la hora de las partes más melódicas parecía diluirse y perder algo de fuelle. En esta ocasión las partes cantadas parecen mucho mejor trabajadas así como su acompañamiento, para muestra nada mejor que darse una vuelta por el quinto tema, Sword In Mouth, Fire Eyes, con unas agradables estrofas y un enérgico estribillo apoyado por uno de los riffs más densos del disco. Es impresionante la cantidad de matices mostradas por el vocalista Cory Bradan.

Respecto a las guitarra, a su ya conocido lado más salvaje se añaden en varios temas unos riffs duros y abrasivos, sencillos pero muy efectivos que aportan esa sensación de “densidad y sopor”, como vemos en canciones como la primera, Hive Minds, donde además podremos disfrutar de ese aire progresivo que antes mencionaba, reforzado por la gran labor del bajo, genial en todo el disco. En este sentido es donde Wrongdoers va a ganar más adeptos, en aquellos que gustan de música más inspirada como el post-metal. Ellos disfrutarán como enanos de un auténtico temazo como es Neck in the Hemp.

Pero todo ello quedaría en agua de borrajas si Norma Jean no hubiesen dejado impreso su sello a lo largo del disco, y eso es algo que no se puede negar. Sus tendencias hacia lo caótico deslumbran en el segundo tema, If You Got It at Five, You Got It at Fifty, con un genial trabajo en la batería. La inyección de adrenalina se extiende hasta The Poter Has No Hands y continuará hasta Funeral Singer, de apoteósico y sentido desenlace, canción que parece sacada directamente del predecesor Meridional.

Un disco demoledor con piel de cordero, que se irá convirtiendo en droga tras una no muy agraciada primera escucha. Destacar la personalidad de cada instrumento mostrada en toda la obra, de diez. Quizás se quede algo corto y el único pero que le encuentro sería el añadido al último tema, Sun Dies, Blood Moon, donde se pierden en diez minutos de aburrimiento.

Nota: 9

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