A veces uno se siente estancado en lo musical, y tira de las recomendaciones del last.fm para descubrir nuevas bandas. Este proceso suele terminar de dos formas: volviendo a escuchar clásicos personales tras no encontrar nada interesante, o descubriendo alguna joyita escondida entre la marea de novedades habituales. Por suerte la última vez que me dio por seguir las sugerencias de last.fm me encontré con estos Ocoai, gracias a la impactante portada de este The Electric Hand que nos ocupa (todavía dudo sobre si es horrorosa o genial).
Ocoai es una banda de Tennessee, y The Electric Hand es su segundo larga duración, tras debutar con Breatherman, un disco de post-metal con toques post-rockeros no especialmente destacable. Por suerte para nosotros, parece que en los 3 años de separación entre ambos trabajos este quinteto se ha puesto las pilas, para parir uno de los discos del género que más me han llamado la atención en mucho tiempo.
¿Y qué tienen de nuevo Ocoai? Más bien poco, su música bebe de géneros tan trallados como el sludge, el post-metal, el post-rock y el rock progresivo, pero los mezclan con tanta soltura y oficio, que es difícil no rendirse ante unas composiciones que destilan emociones a base de puro rock instrumental. Puede ser que Waking Fear no pronostique nada excepcional (una ruidosa intro de casi 3 minutos que no aporta casi nada), y que Niveus Hills no invente nada nuevo (a pesar de unas guitarras de una extraordinaria solidez y su agónico final), pero con el tercer track, Grimpeur, la cosa da un vuelco radical. Trece minutos de rock progresivo, que mezcla a la percepción lánguidos solos de guitarra de regusto setentero con muros de densos riffs posmetaleros, todo acompañado de cierto regusto sinfónico, con especial protagonismo de unos vibrantes violines.
Somnium es un breve intermedio que da paso a La Main D’electrique, puro delirio setentero con claras influencias de Pink Floyd (con hammond incluido). El post-rock hace acto de presencia en la estructura de Marchand de Sommeil, dejando para los momentos de “subidón” las guitarras progresivas y riffs densos. Cierra el disco Morte Audaciter, 5 minutos de tranquilidad que roza lo ambiental, con un precioso piano soportando el peso de la composición.
The Electric Hand es un disco que demuestra, que habiendo sentimiento y buenas composiciones, la falta de innovación puede obviarse, sobretodo si la mezcla de géneros es tan poco habitual como la que practica Ocoai (no recuerdo a muchas bandas que sean capaces de sonar a Baroness y a Pink Floyd en el mismo tema). Una disco que espero que os sorprenda tanto como a mí.