Unos chicos tejanos con alma urbanita nos volaron bien la boina el año pasado con su debut Light Up Gold, un trabajo que calificamos una “diversión disfuncional” y “una banda sonora perfecta para la típica fiesta de adolescentes nerd que acaba saliéndose de madre”. Un debut realmente notorio que aunque deja el listo muy alto para un nuevo disco, el grupo lo ha acabado haciendo añicos.
Parquet Courts podrían haber sacado un disco en la línea de Light Up Gold y nos habría encantado igual, pero han decido entregarnos algo distinto. Sunbathing Animal les aleja de las comparaciones con Pavement y les acerca más a la franqueza de Buzzcocks, a la aspereza de The Velvet Underground y a las disonancias y las extrañas afinaciones de Sonic Youth. En general el tono de sus canciones directas y al punto de mira les hacen mantener un corazón muy punk, pero en general el tono es el del rock garajero, sucio, hecho para divertirse y maldecir a los idiotas.
Su sencillez no hace que haya mucho que rascar, pero es difícil no verse impresionado por la capacidad del grupo de generar canciones tan memorables. Que me aspen si Bodies no te descoloca el cuerpo o si la repetitiva línea Always Back In Town no se te clava en el cerebro. Temas como Dear Ramonna suenan a absolutos clásicos y What Color Bleed, seguramente mi tema favorito, vuelve a poner el sentido a la palabra groove. Esto es rock’n’roll de pura cepa señores, que se atreve con jams de armónicas en She’s Rolling o a insertar entre tantas píldoras un tema de 7 minutos titulado Instant Disassembly en el que invocar el alma de Bob Dylan.
Sunbathing Animal se revela como un disco imprescindible en 2014 y de plano, el disco perfecto para este verano. Repleto de himnos y de canciones cantables y bailables, estoy seguro que a poco que suden un poco la camiseta los estadounidenses van a arrasar llevándolas al directo.
