Cuando en 2007 A Place To Bury Strangers lanzaron su debut homónimo pronto surgieron las voces que los encumbraban como los nuevos My Bloody Valentine. Realmente sonaban brutales, su mezcla de shoegaze pasadísimo de efectos de pedal y su post punk oscuro merecían las alabanzas, y tras su segundo disco, mas melódico, confirmaron esa calidad y su capacidad de evolución. Su tercer trabajo, Worship, medido con el listón que ellos mismos se habían impuesto ya supuso una decepción para la mayoría, y ahora, con Transfixiation, tristemente la tendencia continúa. Esto es algo que hoy en día, con el post-punk ruidoso de moda, y bandas como The Soft Moon petándolo, no deberían permitirse…
Perdidos en su propio ruido
Por un lado observamos una falta de intensidad total, sin paliativos. Si bien una de las características de su música es la monotonía de la voz y la repetición en las letras, esto solía ser compensado por un acompañamiento instrumental agresivo que funcionaba bien en contrapunto al apartado vocal. En el nuevo disco esta monotonía se convierte prácticamente en sosería. Ejemplo de esto son temas como Straight, We’ve Come So Far o Now It’s Over, que están al nivel de inspiración de las peores canciones de sus anteriores álbumes.
Otra de las peores características de Transfixiation es el mal uso del ruido. Así nos encontramos temas como Love High, donde ese infierno hortera que suena de fondo no suma al conjunto si no que lo entorpece convirtiéndolo en un tema francamente absurdo, o Deeper y Lower Zone, que no solo rompen la dinámica del álbum si no que entre ambas suman ocho minutos de puro relleno.
A pesar de todo ello encontramos en los temas más rápidos del disco un par de momentos de calidad. El primero de ellos es What We Don’t See, una cancion extrañamente optimista pero que puede recordar a las melodías más pegadizas de las que sabemos son capaces. La otra sorpresa son los dos temas que cierran el álbum y que muestran una vertiente hacia el garaje rock (me vienen a la mente The Stooges) que es nueva en el grupo y no suena mal.
Es una pena la caída en la mediocridad de una de las bandas más interesantes que habían surgido en la última década y que encabezaba el movimiento post punk actual, esperemos que sea solo un bache y se rehagan antes de sus próximo trabajo. Aguantaremos escuchando sus dos primeras joyas.